La A-305
Quisiera que alguien me dijera qué va a pasar con la carretera A-305 (Baena-Andújar). Hay tramos de carretera que ya están terminados pero hay otros que llevan esperando años a que se les meta mano, y lo peor es que, según parece, van a esperar algunos más. Concretamente, el tramo que une las localidades jiennenses de Porcuna y Arjona es para echarse a llorar. Son apenas 14 kilómetros, pero resultan casi infernales, pues están jalonados por enormes socavones y desgarros en el asfalto, trampas inesperadas y curvas cerradísimas sin visibilidad; resultando casi un milagro llegar sano y salvo a su final.
Se trata de una ruta con una alta densidad de tráfico. Por esta carretera, además de turismos, pasan un número importante de camiones de gran tonelaje e incluso autobuses de pasajeros o de escolares que llevan a persignarse a aquel que se cruza con ellos, pues, dadas las escasas dimensiones de la calzada, lo más fácil es que acabe estrellándose contra alguno de los muchos olivos plantados a escasos centímetros del borde o, tragado por uno de los tremendos agujeros que hay a los lados provocados por las riadas. Durante la campaña de la aceituna la carretera se encuentra atestada de Land Rover y tractores que van o vienen del tajo y que, cuando llueve, van dejando a su paso un reguero de gigantescos pegotes de barro que obligan a los conductores a hacer piruetas y cabriolas arriesgadísimas para esquivarlos.
Tengo que coger esta carretera (hacer esta odisea) todos los días por razones de trabajo y tengo miedo, miedo porque pienso que me estoy jugando la vida, y como yo, todos los que circulan a diario por este accidentado trayecto. Pero también siento vergüenza; vergüenza porque pasa el tiempo y ni ayuntamientos, ni Diputación, ni Junta se dignan a construir urgentemente la nueva carretera, o cuando menos, a adecentar la que hay mientras tanto. Vergüenza porque a pesar de que son muchos los afectados por esta situación (y de modo especial los habitantes de estas localidades), no se aprecia ningún atisbo de protesta o movilización para intentar arreglarla. Vergüenza, en fin, porque parece que no acabamos de salir del atraso y el subdesarrollo.
Por ello, resulta sorprendente y hasta irrisorio que algunos políticos nos estén hablando ya de la segunda modernización de Andalucía, cuando muchos de los pueblos de nuestra tierra permanecen todavía incomunicados.