La avería de un avión deja en tierra al Atlético de Madrid dos horas
Una avería en un avión de la compañía Iberia dejó ayer por la tarde en tierra a 153 pasajeros, entre ellos a la expedición del Atlético de Madrid, que se dirigía a Barcelona. Los 32 componentes del equipo tuvieron que esperar más de dos horas en el aeropuerto de Barajas para partir hacia la capital catalana, donde hoy se enfrentarán con el Espanyol a partir de las cinco de la tarde.
El vuelo, perteneciente al puente aéreo, tenía que haber despegado a las 18.50, pero un problema en un compartimento del aire acondicionado motivó que los operarios del aeropuerto no retiraran los calzos que bloquean el avión hasta 20 minutos después. A continuación, la aeronave, un Boeing 757, se dirigió hacia la cabecera de salida de pista tras hacer el rodaje por el aparcamiento. Allí permaneció unos 20 minutos, mientras el comandante del aparato comprobaba la avería.
"Nos han dicho que había un problema de presurización de la cabina y que no podía despegar hasta que comprobaran si era algo importante", explicó el jefe de prensa del Atlético, Antonio Sanz. La expedición rojiblanca estaba formada por 18 jugadores, los dos entrenadores, preparadores físicos, el jefe de seguridad y personal auxiliar, entre otros. La plantilla se lo tomó "con buen humor" y no le dio mayor importancia, según varios jugadores.
El avión, sin llegar a rodar por la pista de despegue, pidió permiso a la torre de control y regresó de nuevo a la terminal, donde el comandante ordenó que se bajasen los pasajeros y esperaran a que fuera arreglada la avería. Sin embargo, ésta era más grave de lo que parecía a primera vista y la aeronave no podía salir, al menos de forma inmediata. "No me he enterado mucho de lo que ha pasado porque estaba leyendo y, de repente, nos han dicho por la megafonía que volvíamos a la terminal", explicó el jugador García Calvo.
Aviones pequeños
Pero la compañía aérea Iberia se encontró con un problema: no había aviones de esas características que pudieran acoger a todo el pasaje. Los que estaban de reserva en el aeropuerto madrileño eran más pequeños, por lo que fue necesario esperar a que entrara en Barajas uno de gran capacidad. La solución la trajo consigo un avión Boeing 757, procedente de Málaga, que aterrizó pasadas las 20.15. Dado que esta aeronave no tenía previstos más vuelos ayer por la noche, pudo ser destinada por los responsables de Iberia a cubrir el vuelo del puente aéreo.
La tripulación y los viajeros tuvieron que demorar su salida hasta las nueve de la noche, ya que antes de embarcar fue preciso limpiar la aeronave y llenar sus depósitos de combustible. "Son gajes del oficio. El único problema es que teníamos prevista la cena nada más llegar al hotel de Barcelona y, de esta forma, nos retrasaremos hasta las once de la noche o más", señaló Antonio Sanz.
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