Ehud Sprinzak, el experto que previno a Rabin
El pasado fin de semana, Israel perdió a uno de sus principales expertos en terrorismo y, sin duda, la mayor autoridad académica sobre la extrema derecha israelí. Ehud Sprinzak, profesor de la Universidad Hebrea de Jerusalén durante más treinta años, fallecía a los 62 en el hospital de Tel Hashomer, situado a las afueras d
e Tel Aviv. Según uno de sus sobrinos, presente en el funeral, que tuvo lugar en el cementerio de la ciudad de Ra'anana, donde vivía con su segunda mujer, Sprinzak sufría cáncer desde hace más de seis meses, pero la familia lo había mantenido en secreto desde que éste le fue diagnosticado.
Aunque Sprinzak se licenció en la Hebrea, luego hizo su doctorado en la prestigiosa Universidad de Yale. A partir de ahí, comenzó a enseñar en la misma universidad en la que empezó su carrera académica, accediendo a la cátedra en 1992. Entretanto, realizó estancias de investigación y docencia en otros centros estadounidenses. Entre otros, las Universidades de Princeton y Georgetown, el Centro Woodrow Wilson de Relaciones Internacionales. Tras publicar cinco libros sobre diferentes aspectos de la violencia política y el terrorismo, 'Udi', como le llamaban sus más allegados, se convirtió en un referente imprescindible de cualquier bibliografía sobre la materia. Los títulos más conocidos, Hermano contra hermano: extremismo y violencia en Israel desde Altalena hasta el asesinato de Rabin, y El ascenso de la extrema derecha en Israel, por el que recibió un premio como mejor libro sobre Israel y Oriente Próximo en 1992.
Después de que el Partido Laborista ganara las elecciones ese mismo año, tras de una larga serie de Gobiernos liderados por el Likud y de unidad nacional, se convirtió en asesor personal del recién elegido primer ministro, Isaac Rabin. Entre otras cosas, Sprinzak le previno de la amenaza que luego se le vino inexorablemente encima: la radicalización de una extrema derecha que luego se confabuló para matarle, asegura la también catedrática de la Universidad Hebrea y amiga personal suya, Galia Golán. Según Golán, experta en la ex Unión Soviética, Sprinzak le sugirió al primer ministro que extremara sus medidas de seguridad personal, ante la eventualidad de que alguien intentara asesinarle, como luego así fue.
'Sprinzak nos ayudó a tomar importantes decisiones', dijo el que era entonces jefe de gabinete de Rabin, Eitan Haber, en una ceremonia conmemorativa del séptimo aniversario del magnicidio celebrada hace tres semanas. 'Nos contagiaba a todos con su entusiasmo y con su gran dedicación a la formación de nuestros futuros líderes y de la sociedad israelí', señaló en su funeral el rector del Centro Interdisciplinario de Herzliya, Uriel Reichman. En esta institución, el único campus privado de Israel, hace dos años Sprinzak se convirtió en decano de la por él cofundada Escuela Lauder de Gobierno, Diplomacia y Estrategia. Aun combinando la gestión académica en Herzliya con la docencia en Jerusalén, Sprinzak lograba sacar tiempo para la investigación, aseguró Boaz Ganor, el director del Instituto Internacional de Estudios del Contraterrorismo, perteneciente al mismo centro.
Desde que estallara la segunda Intifada palestina a finales de septiembre del 2000, una de las cuestiones a las que más se dedicó intelectualmente fue el fenómeno del terrorismo suicida, que ha experimentado una progresión exponencial desde esa fecha. Sobre este tema, Sprinzak publicó recientemente varios artículos en la revista Foreign Policy, y en la especializada Terrorism and Political Violence, de cuyo consejo de redacción era miembro desde 1989. Desde que tuvieran lugar los atentados del 11 de septiembre, Sprinzak investigó el perfil del 'terrorista megalómano', tomando como principal exponente a Osama Bin Laden, del que dijo que 'tiene una forma de pensar escatológica, viéndose a sí mismo como mesías, como catalizador de un proceso histórico', en una ponencia pronunciada el pasado verano en una conferencia organizada por el Instituto de Herzliya y patrocinada por la Liga Antidifamación, una ONG con sede en Nueva York creada para luchar contra el antisemitismo y el racismo a nivel global.
Pero en esta conferencia, en la que a pesar de que ya estaba enfermo presentaba un aspecto realmente saludable y jovial, Sprinzak previno a la audiencia no sólo contra el peligro que representan los megalómanos islámicos, sino también contra los judíos. Para ello, recordó la figura de la extrema derecha israelí, Yehuda Etzión, quien en 1984 intentó dinamitar la Explanada de las Mezquitas de la ciudad vieja de Jerusalén, con la intención de reconstruir el Tercer Templo. Entonces, este miembro de lo que se conoció como el underground judío, quiso provocar una guerra total contra los países árabes, que desencadenara a su vez el Armaggedón y posibilitara la llegada del Mesías. Esperemos que el próximo Gobierno que emane de las urnas el próximo 28 de enero se tome en serio la antiprofecía de Sprinzak, en vez de relativizar la amenaza, como hizo Rabin.
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