Acopio de 'bogeys' en Valderrama
Un mal día general en el que 'destacaron' los diez golpes de Rodiles en el hoyo 4
Segunda jornada del Volvo Masters, el torneo final del circuito europeo de golf. Una temperatura acorde con el horizonte africano del campo gaditano de Valderrama, casi 30 grados, y las bellotas bien fijadas a las nudosas encinas. O sea, sin que siquiera soplase una leve brisa. Pero no fue un día de brillantes recorridos, de tarjetas épicas. Más bien al contrario. Fue un día de precariedad de birdies y abundancia de bogeys. El argentino Ángel Cabrera, con su psicólogo al acecho, hizo su primer bogey tras 27 hoyos sin mácula. Eso sí, sigue de líder y con bastante ventaja: cuatro golpes saca a un pelotón en el que destaca Sergio García, que insistió con su mantra favorito: 'Ha sido una lástima'.
Carlos Rodiles (Málaga, 1975) se llevó el premio a las desgracias. Necesitó diez golpes para completar el hoyo 4. 'Este campo es todo un reto', afirmó muy serio el escocés Colin Montgomerie. 'Ni un birdie hemos sido capaces de hacer', resumió Ignacio Garrido. Tras la jornada, sólo 13 jugadores de los 65 que siguen en liza -el sueco Pierre Fulke se retiró el jueves debido a una lesión muscular- van bajo par.
Y es que Valderrama, que hace muchos años era un trigal salvaje, hoy es el campo de golf más exigente y complicado de la Europa continental. Los jugadores aborrecen el hoyo 17, cuyo green es un talud descendente que apunta a un lago. Dicen que Los gaviones es una lotería macabra que ayer le costó un doble bogey al líder, Cabrera.
Rodiles, sin embargo, desde ayer concentra todo su odio en el 4. El 4 es el hoyo más largo del campo. Para Rodiles, larguísimo. Necesitó diez golpes para recorrer sus 516 metros. 'De salida, me fui al búnker. Luego, le pegué bien, pero fuera de la calle. Me quedaban 120 metros hasta la bandera y con el viento en contra. Le di con un hierro-9, me hizo un extraño y se me marchó a la salida del siguiente hoyo, el 5. Después intenté ganar el green y metí la bola en el agua. Luego, se me fue al otro lado...'. El relato del infortunio de Rodiles concluyó con un contundente: 'Así no se puede jugar'.
Una afirmación que suscribirían prácticamente todos los participantes y muy especialmente el otro malagueño, Miguel Ángel Jiménez, que ayer maquilló su tarjeta con -1. Escueto y sincero, confesó: 'Quería perderme. Estaba nulo. ¡No sabía dónde meterme!'.
García, El Niño, que dejó algunos golpes excelentes, también aportó su granito de arena a la mitificación del temido hoyo 17. 'Te hace pensar. Se parece al 15 de Augusta. Son de esos hoyos que te alborotan la adrenalina'. García, precisamente gracias al 17, se mantiene a una distancia asequible de Cabrera.
Por otra parte, la batalla entre el surafricano Retief Goosen y el irlandés Padraig Harrington se mantiene estable en su mediocridad. Harrington, que ayer sumó otros tres golpes de desventaja con el campo, explicó sus conclusiones sobre su juego: 'No he jugado bien y eso quiere decir que en la primera jornada no me afectó jugar en el mismo partido que Retief. Sencillamente, he perdido un poco la confianza en mi juego'. El surafricano también repitió la frase más popular del día en Valderrama: 'Estoy jugando mal'. Aunque, en su caso, le puede valer para adjudicarse finalmente la orden del mérito, el liderato del tour por ganancias.
Clasificación tras la segunda vuelta: 1. á. Cabrera (Argentina), 135 golpes. 2. R. Karlsson (Suecia), C. Montgomerie (Escocia), S. García y D. Dredge (Gales), 139. 6. J. Rose (Inglaterra), F. Jacobson (Suecia) y P. Price (Gales), 140.
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