Uno de los etarras detenidos en Francia era buscado por disparar a un gendarme

Uno de los dos etarras detenidos el martes en Agen (departamento de Lot et Garonne) es Antonio Agustín Figal Arranz, de 29 años, ex dirigente de Gestoras pro Amnistía, que era buscado en Francia como autor de los disparos que dejaron malherido a un gendarme el 28 de noviembre de 2001. Junto con él fue detenido Fernando Bert Arrechea, de 33 años, de quien se sospecha que fue miembro del comando Donosti, pero sobre él no constan reclamaciones judiciales concretas. Bert es hermano de José Enrique Bert, portavoz de Batasuna en el Ayuntamiento de Vitoria.

La policía española les considera a ambos personas relevantes en el aparato de captación de nuevos militantes para la banda, sobre todo a Figal, uno de los ex dirigentes de Gestoras a los que el juez Baltasar Garzón considera como persona que se integró en ETA en el verano de 2001. Fuentes policiales españolas indicaron que los dos detenidos mantuvieron varios encuentros en Francia con jóvenes que han sido recientemente arrestados en España por su presunta relación con actos de violencia callejera, informa Europa Press.

Los dos eterras llegaron a Agen en un coche robado y fueron detenidos en una parada de autobús, junto a la estación ferroviaria. Su identificación ha necesitado el envío de las huellas dactilares a la policía española, razón por la cual no se conocieron hasta ayer sus nombres. Los dos permanecen en Toulouse hasta que sean puestos a disposición judicial en París.

La policía francesa se muestra satisfecha de haber detenido a uno de los supuestos autores de los disparos que estuvieron a punto de matar a un gendarme hace un año. Figal y el etarra Ibón Fernández Iradi fueron interceptados por una patrulla en Monein, cerca de Pau. Los dos entregaron los documentos que les pedía uno de los gendarmes y seguidamente dispararon contra él, hiriendo gravemente a uno de ellos. Éste y otros enfrentamientos, que se produjeron en aquellos momentos entre etarras y fuerzas de seguridad, hicieron pensar que ETA pretendía cruzar resueltamente la frontera. La escalada de atentados en suelo francés no se confirmó. Los enfrentamientos se pararon en pocas semanas, pero los especialistas franceses en terrorismo son conscientes de que los arrestos se producen en zonas geográficas cada vez más alejadas y esto implica una diseminación de la estructura de ETA por Francia, antes muy centrada en el suroeste del país.