Un informe de Hacienda cuestiona los resultados de la reforma fiscal de 1999
El Gobierno se resiste a publicar el estudio, que se terminó en abril
La reforma del impuesto sobre la renta del año 1999 (declaración en 2000) no tuvo efectos claros sobre la progresividad, es decir, el principio de que se pague proporcionalmente más cuanto más alta es la renta. Así se desprende de un informe de la Dirección General de Tributos, del Ministerio de Hacienda, que su titular, Cristóbal Montoro, ha mantenido en secreto desde su finalización, en abril de este año. La oposición socialista y los expertos han solicitado por diferentes procedimientos la publicación del informe, aunque sin éxito. Hacienda sostiene que el informe se incluirá en la Memoria de la Administración Tributaria que ya lleva retraso (normalmente se presenta antes del verano).
La conclusión de que las rentas más bajas han soportado una menor carga fiscal que con el anterior IRPF 'no debe llevarnos a afirmar que entre 1998 y 1999 se haya producido un incremento de la progresividad y, en consecuencia, del grado de eficacia de la función redistributiva del IRPF', dice el informe. Las razones son que el impuesto cambió con la introducción de los mínimos familiares y personal en la base y la eliminación de las deducciones en la cuota y con el aumento del límite para declarar.
Otra de las conclusiones es que el tipo efectivo (porcentaje de impuestos que se pagan en relación a los ingresos) del nuevo IRPF aumentó ligeramente (0,08 puntos) respecto de un año antes, hasta situarse en el 15,21% en términos homogéneos (sin descontar los mínimos familiares).
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.