_
_
_
_
'LAS PRIMARIAS' DEL PP
Columna
Artículos estrictamente de opinión que responden al estilo propio del autor. Estos textos de opinión han de basarse en datos verificados y ser respetuosos con las personas aunque se critiquen sus actos. Todas las columnas de opinión de personas ajenas a la Redacción de EL PAÍS llevarán, tras la última línea, un pie de autor —por conocido que éste sea— donde se indique el cargo, título, militancia política (en su caso) u ocupación principal, o la que esté o estuvo relacionada con el tema abordado

La bala de plata

Aun cuando Rato sea 'el' candidato, Aznar protege su sucesión ampliando el abanico

Rodrigo Rato entró el pasado 1 de octubre, martes, al vestíbulo del hotel The Pierre, en la Quinta Avenida de Nueva York, con una bolsa de regalos en una mano y un telefonillo en la otra. Se desfondó sobre uno de los sillones y acercó el móvil al oído derecho. Un hombre de unos 70 años años pasó a su lado. Era Bill McDonough, presidente del Banco de Reserva Federal de Nueva York, una de las entidades más poderosas del banco central estadounidense. El vicepresidente lo vio pasar, y se le acercó.

-Rodrigo, ¡mi héroe!, dijo, en un correcto español.

-Hola, Bill, le saludó el vicepresidente, y se apartó para seguir hablando.

McDonough esperó un par de minutos.

-Rodrigo es mi héroe, repitió y siguió de largo.

Si el 'dedazo' es de ficción, airear que el sucesor está atado debió de parecer demasiado
Según Morris, las balas de plata, las que tumban al adversario de un solo tiro, son muy raras

El encuentro no era una coincidencia. Ambos eran oradores invitados en el World Leadership Forum, el encuentro anual de la Foreign Policy Association, institución creada en 1918, donde los líderes exponen sus ideas. En el catálogo, se lee la lista de comparecientes: Colin Powell, Kofi Annan, Robert Rubin, James Baker, Bill Clinton, Cyrus Vance, Ronald Reagan. 'Otros líderes mundiales y figuras públicas que han participado en el estimulante programa de reuniones incluye a la senadora por Nueva York, Hillary Clinton, y al ex secretario de Estado, Cyrus Vance, su honorable excelencia José María Aznar, presidente del Gobierno de España, el honorable Alan Greenspan, presidente de la Reserva Federal...'. Por tanto, Aznar, ya como presidente, había hablado en el foro. ¿Querrá esto decir algo? ¿Por qué McDonough habló de Rato como su héroe?

Rato agradeció, ya ante el micrófono, a su 'buen amigo Bill', y disertó sobre las relaciones entre Estados Unidos y la Unión Europea. Fue un discurso político. Señaló que existían distintas percepciones sobre muchos problemas, y prefirió subrayar las 'mutuas responsabilidades' ante las amenazas que se ciernen en materia de seguridad y comercio.

Cuando le tocó el turno a McDonough, éste recordó:

-Rodrigo de Rato y Figaredo, mi amigo. Él ha sido muy amable al invitarme a la reunión de los ministros de Economía y Finanzas realizada en España durante la presidencia española de la Unión Europea, algo completamente inusual para un funcionario estadounidense.

Con que era eso. Rato ha cuidado, desde su ingreso en el Gobierno, en 1996, las relaciones con la Reserva Federal y las autoridades económicas norteamericanas. Sus visitas anuales, al despacho de Alan Greenspan ya son un rito obligado en su agenda.

Entre los diplomáticos estadounidenses que han prestado servicio en Madrid en los últimos seis años, la pregunta sobre quién será el candidato del Partido Popular (PP) en las próximas elecciones tiene una respuesta: Rato.

Richard Gardner, abogado, que fue embajador en Madrid, recordó, al presentar a Rato en la Universidad de Columbia, a primeros de octubre, una anécdota. 'En los últimos meses de 1993, yo acababa de llegar a España. Un amigo común me dijo: 'Tienes que conocer al que va a ser ministro de Economía del Gobierno cuando gane el PP'. Y me presentó a Rodrigo Rato. Y aquí está, es el vicepresidente del Gobierno'. Gardner no dijo más. Pero según fuentes próximas a él, podía haber abundado. Porque cree que Rato no sólo será el candidato. Para Gardner es el favorito para ser presidente del Gobierno.

En principio, si no media una crisis, por ejemplo en las elecciones municiples y autonómicas de mayo de 2003, la decisión de José María Aznar sobre su sucesor podrá tener en cuenta todos los consejos que se quiera, pero una cosa es cierta: el nombre que salga de sus labios será el candidato a la presidencia por el PP.

Rato ha sido, antes incluso de que Aznar fuera presidente de Gobierno, el hombre llamado a seguir sus pasos. El candidato natural. Y no por la gracia de Aznar. Rato aquilata toda una vida, incluyendo la larga y dura travesía por el largo desierto, los años de derrota, enfilada hacia el poder.

Y, sin embargo, Aznar y las circunstancias han logrado convertir a Rato, deliberadamente o no, quién sabe, en uno más. ¿Quién no recuerda las bromas en el último congreso del PP, el del adiós de Aznar, entre Mariano Rajoy, Jaime Mayor Oreja y el propio Rato, para confundir al personal?.

'El' candidato natural es aparentemente, hoy por hoy, 'uno' más de los nombres con posibilidad de ser el candidato del PP en las elecciones de 2004.

A falta de elecciones primarias a la americana para elegir al candidato, Aznar ha logrado transmitir la idea de que, llegado el momento, cuando toque, habrá de escoger al futuro candidato entre varios.

Si ya el dedazo a la mexicana parece un anacronismo digno de una novela de ficción política en la Europa del siglo XXI, el hecho de que, además, también se hayaconseguido atar el nombre de su sucesor en el PP y candidato a presidente de Gobierno debía de parecer demasiado.

'Todas las campañas electorales terminan el día de las elecciones, pero pueden empezar cuando uno quiera. Hay que empezar pronto. Muy pronto', recomienda Dick Morris uno de los más brillantes asesores de campañas, que ayudó a Bill Clinton en su difícil reelección, en 1996.

Al seguir ese camino, el Partido Socialista Obrero Español (PSOE) ha destapado la olla, exponiendo el vacío en el partido Popular e incrementado el sentimiento de acefalia -o de multicefalia, según se escoja-entre sus dirigentes, militantes y simpatizantes.

Es indudable que el aumento teórico del número de candidatos -primero de Rato a Rajoy y Mayor Oreja y, ahora, como resultado del gobierno electoral vigente desde julio, a otros aspirantes potenciales, como pueden ser Ángel Acebes, Eduardo Zaplana y hasta Alberto Ruiz-Gallardón- incrementa el suspense y pretende, en el momento de la decisión, jugar con un cierto efecto sorpresa.

Morris también contempla esta estrategia. Es lo que él llama en inglés momentum, cuyo equivalente aproximado en español sería aceleración.

'Es una parte de victoria, una parte de secreto y una parte de farol. Debes dejar que la prensa te amortice, desprecie tus posibilidades, que diga que estás acabado, que ya eres historia, para poder coger carrerilla cuando logres confundir sus vaticinios'.

Pero si en el caso del PP no parece fácil provocar una sorpresa total, el sorprendente rebrote de candidatos puede obedecer también a otras razones.

Morris dice que las balas de plata, aquellas que acaban de un solo tiro con un adversario, soy muy raras.

Pero en todo caso, Aznar necesita tener una alternativa para el caso eventual, parafraseando a Morris, de que esa bala, u otra, se cruce en el camino de su delfín natural.

De momento, Rato sigue los pasos de Aznar. De Nueva York a Mallorca. Este fin de semana, por ejemplo, el presidente del Gobierno delegó su asistencia a la reunión del Foro Formentor en Rato.

Aznar estuvo presente en las tres ediciones anteriores de esa reunión que aborda los problemas del Mediterráneo y que patrocina Repsol YPF, la empresa que preside Alfonso Cortina, 'buen amigo', como Bill McDonough, del vicepresidente.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_