Una invidente muere aplastada por un camión en una calle de Getafe

Getafe registró ayer un desgraciado accidente en el que una vendedora de cupones de la Organización Nacional de Ciegos (ONCE), Eusebia Izquierdo López, de 55 años, murió aplastada por un camión que la atropelló. La víctima caminaba por una acera del polígono industrial San Marcos, cuando hubo un choque entre el tráiler y un turismo. El primer vehículo salió despedido a la acera, con la trágica coincidencia de que allí estaba la víctima mortal.

El accidente se produjo sobre las 10.10 en el cruce de las calles de Gútemberg y Morse de Getafe, cuando un camión frigorífico que transportaba pescado congelado chocó en el cruce con un Ford Mondeo. El turismo golpeó por la virulencia del accidente con un todo terreno Opel Frontera que estaba aparcado en un lateral. El camión también salió despedido y arrolló en su trayectoria a Eusebia Izquierdo, que caminaba por la acera.

La mujer quedó debajo del eje delantero del camión (el que corresponde a la cabina). Las ruedas le aprisionaban el pecho, según explicó un portavoz de emergencias 112. Algunos testigos avisaron a los servicios de urgencia y hasta el lugar se desplazaron bomberos de la Comunidad de Madrid, con base en Getafe, y una UVI móvil del Summa.

Los bomberos emplearon más de 40 minutos en las labores para liberar el cuerpo sin vida de la víctima del atropello. Su trabajo se vio dificultado por la posición inestable en que quedó el camión, ya que tenía la cabina en la acera y la zona de carga en la calzada. Los bomberos tuvieron que estabilizar el vehículo montando cojines neumáticos y gatos hidráulicos. Además emplearon pinzas separadoras para cortar la chapa de la parte del vehículo que tenía aprisionado el cadáver de la mujer.

La mujer presentaba un fuerte traumatismo craneoencefálico, un traumatismo torácico muy severo y golpes y contusiones por todo el cuerpo. Los efectivos de la UVI móvil sólo pudieron certificar su muerte. Los ocupantes de los vehículos implicados en el choque resultaron ilesos, según el portavoz de emergencias 112.

Jornada matinal

Varios testigos explicaron que Izquierdo no era totalmente ciega. Tenía graves problemas de visión que la impedían manejarse con facilidad. Acostumbraba a vender los cupones entre los comerciantes e industriales del polígono de San Marcos. "Se levantaba muy pronto y volvía sobre las cuatro y media de la tarde, tras recorrer muchas calles", señaló una vecina. "Ahora sus dos hijos [de unos 20 años] se han quedado solos, porque su padre murió tras una larga enfermedad hace tres años", añadió otra vecina.