El Celta resuelve y descansa ante el Viking

El Celta encarriló la eliminatoria en tres minutos y se entregó a la siesta frente al Viking, un equipo situado a distancia sideral del fútbol español y que acudió a Vigo a nada. Se defendieron los noruegos en el borde de su área, pero no le metieron la más mínima presión al cuadro de Lotina, que dispondrá de pocas noches tan apacibles como la de ayer. Fue una buena ocasión para comprobar que carece el Celta del brillo de otras temporadas, y que ni de las pachangas es capaz de extraer espectáculo. Tanta desidia le abocó a un final de partido que pudo resultar inquietante de no haber irrumpido McCarthy y su vistoso gol, la única perla del partido.

La primera parte se resumió en esos tres cruciales minutos: dos balones mal defendidos por el Viking, otros tantos errores en el remate del Celta y sendos rechaces que cayeron en las botas del equipo gallego y acabaron en goles clónicos.

Los dos tantos consecutivos fueron el mejor remedio para la ansiedad que comenzaba a apoderarse del equipo gallego. Los nervios cundían, porque el partido evidenciaba el bajo rango del rival y el Celta no era capaz de provocarle ni un rasguño. Un cataclismo debió de ocurrirle al Chelsea para que un grupo tan limitado como el Viking le dejara fuera de la competición europea.