El Málaga deja abierta la eliminatoria

Una de las lecciones que el Málaga va a aprender en su primera participación en una competición europea es que no hay que fiarse de las apariencias. Su rival en suerte no tiene nombre de relumbrón, procede de una Liga tan floja como la polaca, y apenas tiene una década de historia. Pero nada de eso importa, practica un fútbol directo de cuidado que en el primer envite de la eliminatoria sembró el desconcierto en las líneas malaguistas. El Amica Wronki tiene entre sus credenciales haber echado ya de la competición a un equipo tan poderoso cono el Glasgow Rangers y bien hará el Málaga en no confiarse con la ventaja mínima que debe defender en Polonia.

El Amica sorprendió al Málaga por su colocación, su velocidad y la polivalencia de sus jugadores para atacar. También con un gol en el primer minuto. Fiel a sus principios futbolísticos y con exquisita sencillez, puso en jaque a la defensa del Málaga, tal vez excesivamente nerviosa. En tres minutos más dispuso de otras dos oportunidades de gol.

El Málaga necesitó mucha paciencia para librarse del susto y encontrar por las bandas una vía rápida de llegada al área rival. Poco a poco fue acumulando ocasiones, hasta que encontró el gol.

En el segundo tiempo el equipo de Peiró acrecentó su dominio y dispuso de oportunidades clarísimas para adelantarse en el marcador. Darío Silva pudo marcar en un remate, similar al de su gol, que lamió el larguero y Dely Valdés echó fuera un balón cuando tenía la puerta vacía para marcar. Quizás, al final, pudo lamentar su mal suerte, pero también el Amica lo pudo sentenciar antes. El equipo polaco nunca se amilanó. Trató de seguir a lo suyo y Burkhadt dio un nuevo susto al estrellar un balón en el larguero (m. 71). El Málaga conservó su ventaja, y el partido de vuelta promete emociones fuertes.