Comediants festeja la buena mesa en 'Boccato di cardinale'

'La comida es la forma más civilizada de la sensualidad', es la frase que condimenta el último espectáculo gastronómico del grupo catalán Comediants, que se realizará en el Simo (Feria Internacional de Informática, Multimedia y Comunicaciones), en el recinto Ferial Juan Carlos I de Madrid (pabellón 6), desde el 5 al 13 de noviembre.

Bocatto di cardinale es el nombre del espectáculo y rinde culto a la comida tradicional del Mediterráneo dentro de una serie de actuaciones artísticas. El Cenaculus Gastronomicus es el escenario con forma circular donde tiene lugar y está ubicado dentro de una gran carpa. Allí se dará la bienvenida a los 480 comensales que paguen los 180 euros por persona que cuesta el espectáculo.

El maestro de cocina será el que los acompañará a la mesa y después dará comienzo al acto, que durará dos horas y media y tendrá algunas sorpresas. Durante ese tiempo se sucederán números artísticos que irán desde las variedades, el cabaré, la revista musical, las tarantelas, la ópera, el blues, el jazz, hasta diferentes técnicas circenses como malabares y sombras chinescas, entre otras.

Cada actor de este Cenaculus realizará su labor, pero de manera un tanto distorsionada, ya que los cocineros serán los que pondrán la música y el canto a capella desplazándose por todo el recinto. El chef será el concertista de la noche, músico y percusionista con los instrumentos de la cocina y el encargado de los platos que se degustarán. Finalmente, los camareros serán los hábiles especialistas en técnicas de circo, danza, canto e ilusionismo y brindarán al público una carta-menú con las variedades escénicas.

Jaume Bernadet, uno de los cuatro actores que conforma Comediants -que este año festeja su 30º aniversario-, definió el espectáculo -que ya fue presentado en Barcelona- como un 'canto a la hospitalidad'. La cocina mediterránea será la protagonista absoluta y se la reivindicará a través de los menús típicos y las distintas disciplinas artísticas. La idea, según Bernadet, 'es valorar la cultura del ajo y el aceite frente a la de la mantequilla' y 'recuperar el placer de compartir una mesa', agrega en referencia a sus valores sanos.