Los alumnos expedientados por la Hispalense exigen al rector 'su inmediata readmisión'

Los cinco estudiantes que fueron expedientados por la Universidad de Sevilla por su implicación en el asalto al rectorado el pasado 8 de febrero exigieron ayer al rector de Sevilla, Miguel Florencio, que les levante la sanción cautelar impuesta hace casi nueve meses y les permita reincorporarse 'de inmediato' a la vida académica. Los alumnos expedientados se refirieron también a la propuesta de sanción -la expulsión perpetua- planteada por el Catedrático de Derecho Romano e instructor del caso, Fernando Betancourt, medida que calificaron de 'injusta, brutal y criminal' y que achacaron a una 'maniobra orquestada por el rector para ensañarse con nosotros'.

Manuel Bernabé, estudiante de 5º curso en la Facultad de Ciencias de la Educación y uno de los expedientados, acusó al rector de Sevilla de haber instado al instructor a que solicitase la pena máxima para los cinco implicados 'y así luego él mostrarse piadoso y rebajarnos la pena de la expulsión perpetua a cinco o seis años, lo que de poco nos serviría para poder acabar nuestros estudios aquí en Sevilla'.

Los alumnos expedientados, que tienen de plazo hasta mañana para presentar sus alegaciones al informe del instructor, consideran que se ha desatado 'una caza de brujas' contra ellos con la intención de dar 'una lección ejemplarizante' ante futuras protestas estudiantiles. 'Parece que no tienen bastante con que tengamos que responder penalmente por nuestros actos, sino que pretenden ensañarse con nosotros pidiendo nuestra expulsión perpetua de la Universidad', explicaba Mari Luz Domínguez, otra de los estudiantes expedientados.

'Cabezas de turco'

Los cinco estudiantes coincidieron en señalarse como 'los cabezas de turco' escogidos por el rector de Sevilla para dar ejemplo, 'más cuando en su poder obra una lista con cerca de 50 nombres de gente que participó en este incidente sin que hayan sido expedientados por ello', explicaron. Para reforzar este argumento, los estudiantes se refirieron a una parte del informe del instructor del caso en el que éste redacta textualmente: '(...) aunque no se ha podido constatar si fueron ellos los que ocasionaron los daños, sí que estuvieron presentes en todos los episodios en los que se desarrollaron los hechos'. Según los implicados, este extracto del informe revela que, también en la instrucción del caso, 'se ha tratado de juzgarnos por los mismos hechos por los que tenemos que responder penalmente [los daños al Patrimonio Histórico del rectorado] y no por lo que su verdadera misión: juzgarnos por nuestra presencia en los incidentes'.

Preguntados sobre su disposición a reunirse con el rector para tratar de buscar una salida negociada a la situación, los estudiantes aseguraron que no accederían a reunirse con Florencio, al que acusaron de actuar como un 'verdadero inquisidor' después de haber sido 'uno de los que espolearon las protestas estudiantiles contra la Ley Orgánica de Universidades (LOU),decretando incluso un día de paro académico por este motivo'.

Durante la rueda de prensa, los estudiantes estuvieron acompañados de varios profesores de la Universidad de Sevilla y de los abogados de algunos de ellos. Vicente Manzano, docente de la Hispalense, calificó de 'lamentable' esta situación y aseguró que muchos profesores 'se llevan las manos a la cabeza por considerar injusto lo que está ocurriendo con estos alumnos'. Manzano no dudó en calificar de 'desproporcionada' la sanción propuesta para estos cinco estudiantes y aseguró que, de cumplirse, podría sentar 'un peligroso precedente' en la Universidad. Por otro lado, más de 100 estudiantes se concentraron ayer a las puertas del rectorado de Sevilla para exigir al rector que readmita de forma inmediata a estos cinco estudiantes.