115 rehenes murieron por el gas utilizado en el asalto de Moscú

Las autoridades rusas se negaron ayer a informar sobre las características del gas utilizado en el asalto al teatro de Moscú en la madrugada del sábado contra un grupo de terroristas chechenos que mantenía secuestradas a unas 800 personas desde el miércoles. De los al menos 117 rehenes muertos en la operación de rescate ordenada por el presidente ruso, Vladímir Putin, 115 resultaron muertos por el efecto de un gas no identificado y sólo dos por disparos de bala, según informaron ayer fuentes médicas de Moscú. A los rehenes fallecidos hay que añadir el medio centenar de miembros del comando checheno que murieron durante el asalto de las fuerzas de élite.

El goteo de muertos y el secretismo sobre el gas utilizado enturbiaron ayer el aparente éxito inicial de la operación mientras aumentaban las protestas de los familiares de las víctimas. Unos 150 de los más de 600 rehenes hospitalizados seguían ayer bajo cuidados intensivos, 45 de ellos en estado muy grave. Fuentes médicas advirtieron ayer de que será muy difícil salvar la vida de quienes estuvieron más de media hora expuestos al veneno lanzado en el teatro.

En una entrevista concedida ayer a EL PAÍS, Grigori Yavlinski, líder del grupo parlamentario liberal Yábloko y mediador con los secuestradores, manifestó que 'dentro del teatro no había nadie con quien se pudiera establecer una negociación política'. '¿Alguien en Chechenia se interesa por nosotros?', preguntaron los jefes del comando a Yavlinski.