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Entrevista:JUAN MEGINO | Ex alcalde y ex militante del Partido Popular en Almería

'El PP de Almería lo dirigen Hernando y Matarí desde Madrid'

Pregunta. Hay quienes interpretan su baja como militante como un no saber perder...

Respuesta. Hace tiempo que dejé de pensar que sólo lo que uno piensa es lo correcto.Ya he sido alcalde de Almería y mi ego político lo tengo más que satisfecho. No me mueve ningún afán de revancha. Si sigo peleando por ser alcalde será para seguir trabajando por la ciudad. Quien lo crea, bien; y quien no, pues nada.

P. Teófila Martínez, dice que no ha sido muy leal...

R. Respeto muchísimo a Teófila Martínez y espero que ella respete lo que yo he hecho. Pero no me puede hablar de deslealtad y falta de confianza cuando, durante dos años, he intentado hablar con ella y ha sido totalmente imposible. No habló conmigo en todo ese tiempo ni ella ni Javier Arenas. En el año 2000 le comuniqué a Arenas mi deseo de ser candidato a la alcaldía por el PP para 2003. Por primera vez Juan Megino pedía al PP algo y he tardado dos años en conseguir que el secretario general me oyera y habláramos como amigos y compañeros y también en ese momento no se me dijo la verdad de cuál iba a ser la decisión. Que no me hablen a estas alturas deslealtades y desconfianzas porque la verdad no responde a la realidad. Pero a pesar de todo esto yo no voy a responder en el mismo tono a la presidenta del PP andaluz.

'En el PP hay una pelea grandísima por el poder en la Diputación de Almería'

P. Usted responsabiliza de toda esta crisis al secretario general, Javier Arenas. ¿Por qué?

R. La realidad es que quien dirige el PP en Almería no es Luis Rogelio sino, desde Madrid, los diputados Rafael Hernando y Juan José Matarí. Todo el mundo sabe la intercomunicación de ellos dos con Arenas. Han tenido un peso específico extraordinario a la hora de la decisión que en su momento tuvo el comité electoral provincial, a quien se le dio ya como hecho consumado que el candidato a la alcaldía de la capital iba a ser Luis Rogelio Rodríguez-Comendador. La avanzadilla del señor Arenas en esta provincia y probablemente en otras provincias con otras personas está clara y manifiesta.

P. ¿Se siente identificado con lo ocurrido en Córdoba con Enrique Bellido?

R. El señor Bellido ganó democráticamente unas elecciones contra el aparato oficial y eso siempre crea heridas que seguramente no se acabaron de cerrar. Pero aquí la situación ha sido totalmente distinta porque yo nunca tuve aspiraciones de ser presidente del PP en la capital, a pesar de que hubo ofrecimientos importantes por parte de la propia dirección nacional que ahora me denosta. Mi voluntad siempre fue trabajar en política en lo que yo entendía un proyecto dedicado a la ciudad de Almería.

P. Su relación con Luis Rogelio era excelente en los inicios del mandato de 95-99. ¿Cuándo y por qué se enturbió?

R. La ruptura se inició cuando empezamos a gobernar yo el Ayuntamiento y él la Diputación. Hubo algunos desencuentros desde el punto de vista político por aquello de que defendíamos intereses de una institución. Pero, sobre todo, lo que determinó las diferencias fue el entorno del presidente del partido con personas que, curiosamente, ahora se ven reforzadas en la nueva estructura. Esas personas estaban especialmente interesadas en deteriorar una relación que había sido no sólo espléndida en lo político sino en lo personal.

P. ¿Se vio sometido como alcalde por intereses de partido desde Madrid?

R. Hubo momentos complejos. Pero en general mi posición como alcalde dominó frente a los criterios del partido. Y eso al final pasa factura.

P. ¿En qué situaciones?

R. Por ejemplo cuando desde el Ayuntamiento conseguimos la desalinizadora para producir agua de consumo humano. Hubo momentos conflictivos del concejal de Obras Públicas, Pedro Asensio, y yo mismo en los debates para conseguir la desalinizadora frente a los intereses generales de algunos diputados del PP que preferían antes la desalinizadora de Carboneras que la de la capital. Tuvimos muy poca receptividad por parte del gobierno central. En otra ocasión, los presupuestos de 1996 de la capital fueron recurridos por el Gobierno central porque nos habíamos sobreexcedido en el incremento salarial a los funcionarios de la capital obedeciendo a un pacto firmado con los sindicatos. El gobierno del PP lo recurrió sin tener en cuenta que se firmó antes de que el PP gobernara España y cumpliendo a rajatabla los compromisos asumidos con los sindicatos.

P. Hay quien dice que si Rodríguez-Comendador sale de alcalde no será elquién gobierne.

R. Si yo he de creer a Luis Rogelio, él no quería ser candidato a la capital. Él estaba absolutamente cómodo en su puesto institucional en la Diputación. Lo que pasa es que es un hombre de partido y disciplinadamente ha aceptado ir adonde le mandaran.

P. ¿A qué se debe la remodelación del PP en Almería sin que el presidente consulte previamente al comité ejecutivo?

R. No lo sé, pero es sorprendente. En tiempo de tormenta nadie hace mudanza. En el PP hay una pelea grandísima por el poder de la Diputación y Juan Enciso ha hecho valer la junta local de El Ejido, que tiene mucha fuerza en función de los votos que obtiene para la Diputación. Enciso lleva mucha razón en criticar al presidente por presentar ante el comité ejecutivo hechos consumados en lugar de proponer a los órganos los cambios.

P. Parece que los problemas dentro del partido también se han extendido a municipios del Levante. ¿El relevo de Ruth García Orozco como secretaria general provincial se debe a eso?

R. Lo que ha ocurrido en el Levante es una responsabilidad en escala que repercute al presidente. Las bases no han sido escuchadas. No se puede elegir un candidato, como en Huércal Overa, si oír a las bases. Cuando eso se extiende a otros municipios pues da lugar a una espiral de desconfianza que hace que los ciudadanos puedan organizarse de otro modo desde su independencia y, desde luego, a los votantes les orienta a creer cada vez menos en las ideas y más en las personas. Eso, en los municipios pequeños, tiene que ver mucho con los resultados electorales. Ruth es muy buena gente y este puesto le vino grande desde el principio. Su capacidad de dirigir el partido era escasa porque llevaba muy poco tiempo militando y no le han dado tiempo para sedimentar sus conocimientos. Los que siempre tienen prisa han acabado atropellándola.

P. ¿Si finalmente se presenta como independiente no le da miedo tener que rendir cuentas a quienes le aúpen ahora al Ayuntamiento?

R. Siempre será así. Si al final la candidatura prospera me presentaré ante los ciudadanos haciendo valer mi trayectoria pasada. A mí no me ha dado ningún miedo seguir en la oposición y enfrentarme a la realidad de los barrios porque no tengo constancia de haber engañado a nadie.

P. ¿Cuándo se conocerá el nombre de su nueva formación?

R. Será de inmediato. En unos días. Depende de las ayudas y aportaciones. Tenga en cuenta que vamos a luchar como David contra Goliat.

P. ¿Estarán los concejales que han dimitido con usted?

R. No sé en qué puestos y con qué responsabilidades pero irán en la lista. Ellos han entendido que el camino del PP no ha sido el adecuado. Esteban Rodríguez, por ejemplo, es un hombre del partido y quiere al partido. Y su ruptura no es con el PP sino con la dirección actual.

P. ¿Pactaría con el PP para gobernar la ciudad?

R. Todo eso podría suceder, pero vamos con voluntad de lograr la alcaldía. No es habitual que un ex alcalde pilote un proyecto independiente. Me han contando que existe la consigna en el PP de que jamás se negociará con Megino. Yo no permitiría que esta ciudad tenga un alcalde socialista y de IU porque es regresivo. Yo pediría un punto de moderación al PP por si necesitan nuestros votos.

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