Tres furgones de la policía velaron para que la reunión con los afectados transcurriera sin incidentes
'En su día nos empeñamos hasta las cejas, echando ahí el poco dinero que teníamos, para poder casarnos y conseguir una vivienda, y luego mira, nos encontramos con esto...'. Jesús Sanz es una de las 1.200 víctimas del caso la promotora CPV. Adelantó 18.000 euros a CPV para tener una casa en Montercarmelo y hoy se encuentra sin dinero y sin la prometida vivienda. 'Viendo que pasaba el tiempo, yo tengo ya 36 años, y que CPV no ponía ni un ladrillo, mi novia y yo reunimos, de donde no había, otro poco de dinero y dimos una señal para otra casa; al final, hemos podido casarnos; pero, de niños ni de muebles, de momento nada'.
Ana Platón, otra de las damnificadas por este supuesto fraude, ha tenido que irse a vivir a Aranjuez. Es de las afortundas porque ha logrado, no sin sudor, que CPV le devuelva los 36.000 euros que había adelantado para tener una casa en el barrio de Las Tablas. Eso sí, antes de recuperar el dinero, CPV le impuso como obligación que firmase un documento según el cual renuncia totalmente a emprender acciones judiciales contra la promotora. 'Habría firmado lo que fuera con tal de recuperar mi dinero', señala Platón. Cuando recuerda el calvario que le ha hecho pasar CPV se encoragina.
Decenas de afectados se congregaron ayer en el hotel donde se celebró la rueda de prensa de CPV y pidieron explicaciones a su director, Francisco García, quien aceptó reunirse con ellos durante unos minutos. Tres furgones de policías antidisturbios se personaron en el lugar para evitar que se produjeran problemas, ya que las familias estaban muy alteradas.
Varios de los presentes mostraron los pagarés que la empresa les ha enviado para devolverles el dinero invertido. Mari Paz, una de las afectadas, enseñó uno por 15.112 euros que intentó cobrar en el Banco Popular. 'Allí me dijeron que no había dinero'. Después, la CPV le envió otro de Ibercaja que vence el 31 de este mes y que tampoco tiene fondos, según aseguró.
