Carnívoro a la fuerza
David Vidal, el técnico del Murcia, obliga a su portero Valero a renunciar a su condición de vegetariano en las concentraciones
'Si hay carne, comerá carne'. David Vidal, el técnico del Murcia, de 52 años de edad, no se anda con chiquitas al referirse a la condición de vegetariano de su nuevo portero, Xavier Valero, procedente del Castellón.
En las concentraciones del equipo todos comerán lo mismo, sin excepciones, asegura Vidal, quien, al preguntársele por su nuevo guardameta, repite mecánicamente: 'Es un chico normal, normal, normal. Un tipo fenomenal'. ¿Acaso le parece mal que sea vegetariano? 'No voy a hablar de eso'.
Recién aterrizado en Murcia para sustituir al lesionado Robles, Valero, un castellonense de 29 años, ha aceptado resignadamente las órdenes del entrenador. 'Saltarme mi dieta una vez cada 15 días tampoco es un gran inconveniente. El entrenador me ha explicado su punto de vista, que cada uno no puede elegir el menú que quiera, y lo he entendido', dice Valero, un rara avis dentro del fútbol: vegetariano desde los 18 años; candidato por Castellón en la lista de Els Verds-Esquerra Unida en las elecciones municipales de 1995; insumiso respecto a la mili y la prestación social sustitutoria -fue juzgado y no cumplió pena de cárcel porque era el momento en el que la insumisión se estaba despenalizando-; habitante, con su compañera, de una casa de campo en el Dessert de Les Palmes, donde cultivaba hortalizas en su tiempo libre...
Tampoco es la primera vez que Valero debe renunciar a sus convicciones nutricionales por la intransigencia de un técnico. Le ocurrió en su etapa en el Logroñés. En ese caso fue Marco Antonio Boronat quien le negó la posibilidad de elegir su menú. Sí lo venía haciendo, en cambio, en los últimos años en el Castellón. El médico de ese club, Luis Tárrega, lo explica así: 'Se puede estar bien físicamente sin comer carne y la prueba está en Xavi Valero'. Lo ratifica la experta en nutrición María Morán: 'Una dieta sin carne bien diseñada es perfectamente compatible con el esfuerzo de un futbolista. Si el entrenador consultara con un experto, seguro que lo entendería'.
Valero, además, come habitualmente huevos y pescado, que tienen proteínas del mismo valor nutricional que la carne, según Morán. El meta del Murcia asegura que en toda su carrera no ha tenido ni una sola lesión muscular grave y eso se debe a su rechazo de la carne. 'Soy vegetariano por motivos de salud y porque creo que es compatible con mi trabajo', afirma Valero, que mide 1,96 metros y pesa 93 kilos. ¿Y no se pierde agresividad? 'Un futbolista debe tener concentración e intensidad y eso lo tengo. De todos modos, uno es vegetariano cuando puede elegir, hay gente que no puede', comenta el meta, que habla de una 'escala de valores'.
Una escala de valores que ¿acaso choca con algunos sectores del fútbol anclados en el pasado? 'El fútbol está cambiando muchísimo', dice Valero, 'hay cada vez más futbolistas con sensibilidad social'.
Y también hay otros deportistas de élite que han desarrollado su carrera sin probar un solomillo: el ex delantero del Real Madrid Paco Llorente, el ciclista Robert Millar -sí, aquel escocés que rivalizó con Perico Delgado a finales de los años ochenta-, y el atleta Luis Miguel Martín Berlanas, medalla de bronce en los pasados Mundiales de Múnich en 3.000 metros obstáculos.
También el ex arquero argentino del Mallorca ahora en el Albacete Carlos Roa, quien, por cierto, guarda cierto parecido físico con Valero: ambos pasan del 1,90 de estatura, son de gran corpulencia y lucen una perilla a lo D'Artagnan.
Por su afición a las verduras, a Roa se le colgó el sobrenombre de El Lechuga y siempre contó con el respeto a sus hábitos alimentarios de sus entrenadores, entre ellos nada menos que Héctor Cúper y Luis Aragonés. David Vidal, sin embargo, no entiende de distinciones. 'Si hay carne, comerá carne'.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.