_
_
_
_
Reportaje:AJEDREZ | El duelo entre el hombre y la máquina

Las neuronas aún resisten

'Deep Fritz' es mejor que 'Deep Blue', pero su empate contra el ruso Krámnik no aclara el futuro

Leontxo García

'Deep Fritz ha hecho jugadas humanas'. Lo dice el ajedrecista ruso Vladímir Krámnik, el campeón del mundo oficioso, tras empatar (4-4) su primer duelo contra un rival de silicio. También lo dijo su compatriota Gari Kaspárov en referencia a Deep Blue, el programa que le ganó (3,5-2,5) hace cinco años. Sin embargo, las computadoras parecen todavía lejos de dominar el tablero porque nadie ha logrado programar la intuición.

'El gran error de Kaspárov en Nueva York fue no ser él mismo, obsesionarse con una táctica antiordenador en vez de buscar las mejores jugadas en cada momento como haría frente a un ser humano. Yo me he limitado a jugar el mejor ajedrez posible y me ha ido bien, salvo en un par de errores decisivos para el resultado final', explicó ayer Krámnik a este diario en la mejor suite de un hotel de Manama, la capital de Bahrein. El ruso ha cobrado 800.000 euros por el empate.

Sin embargo, Krámnik no fue tan explícito cuando se le preguntó si la resistencia física es su punto débil, a pesar de que ha cuidado mucho ese aspecto de su preparación contratando al libanés Arpo Aziz, temible por su aspecto y ex campeón de kickboxing que, al mismo tiempo, ejerce de guardaespaldas. 'Es cierto que me siento exhausto y que empecé a estar fatigado después de la cuarta partida , pero insisto en que jugar contra una computadora cansa el doble que frente a un ser humano. Aún no me he pesado, pero seguro que he perdido varios kilos en las últimas dos semanas. Y, no obstante, creo que estoy más fresco que mis ayudantes'.

Muchos expertos sostienen que el estilo de Krámnik, conservador y perfeccionista, es más adecuado que el de Kaspárov, temperamental y osado, para luchar contra las máquinas. Krámnik está de acuerdo: 'Sí, porque uno de mis puntos fuertes son los finales , que coincide con una de las debilidades habituales de los programas de ajedrez'. Sin embargo, ambos cometieron dos errores muy similares: Krámnik hizo una jugada tan mala en la quinta partida ante Deep Fritz como la de Kaspárov en la sexta contra Deep Blue y se rindió en la sexta cuando disponía de una continuación de probable empate, como Kaspárov en la segunda. Pero hay una diferencia básica entre ambos duelos: Kaspárov acusó repetidamente a IBM de hacer trampas -intervención humana durante las partidas-, y Krámnik no se queja de nada.

Es evidente, como señala Krámnik, que 'Deep Fritz es un claro ejemplo de lo mucho que han mejorado las computadoras de ajedrez en los últimos cinco años'. De ahí, su alusión a algunas 'jugadas humanas'.

No obstante, los ajedrecistas de silicio siguen siendo bobos a la hora de establecer un plan estratégico: muchos conceptos que un gran maestro capta en pocos segundos son incomprensibles para los ordenadores. Éstos intentan calcular todas las jugadas posibles; los jugadores humanos descartan el 95% por pura intuición y sólo analizan tres o cuatro.

Hay dos maneras de conseguir que un ordenador sea invencible. La primera es programar en él algo parecido a la intuición, es decir, que la máquina aprenda de sus errores, pero nadie lo ha logrado todavía. La segunda implica calcular en cualquier posición todas las variantes posibles hasta el jaque mate o el empate forzado. Pero esta última tiene un grave inconveniente: el número de jugadas posibles en una partida se escribe con un uno seguido de 124 ceros; según cálculos de expertos, el número de átomos en el universo es un uno seguido de 75 ceros. Ni siquiera las supercomputadoras más modernas, que ocupan una planta entera, están cerca de esa capacidad.

La próxima entrega de esta emocionante serie se anuncia del 1 al 12 de diciembre en Jerusalén: Kaspárov contra Deep Junior, un programa israelí de categoría similar a la de Deep Fritz. Krámnik advierte: 'Si Deep Junior ha progresado tanto en los últimos meses como Deep Fritz, Kaspárov sufrirá mucho'.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Sobre la firma

Leontxo García
Periodista especializado en ajedrez, en EL PAÍS desde 1985. Ha dado conferencias (y formado a más de 30.000 maestros en ajedrez educativo) en 30 países. Autor de 'Ajedrez y ciencia, pasiones mezcladas'. Consejero de la Federación Internacional de Ajedrez (FIDE) para ajedrez educativo. Medalla al Mérito Deportivo del Gobierno de España (2011).

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_