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Reportaje:

Disparos a todo lujo

Granada estrena el primer Centro de Alto Rendimiento para tiro olímpico de Andalucía

Javier Arroyo

Ha costado más de 13 millones de euros, alrededor de 2.200 millones de las antiguas pesetas, pero no hay otro como él. Desde hace pocas semanas, la localidad granadina de Las Gabias cuenta con uno de los Centros de Alto Rendimiento deportivo para tiro olímpico más modernos del mundo. Una visita a las instalaciones deja boquiabierto. Tanto las deportivas como las sociales. El recinto cuenta con un hotel con 20 habitaciones dobles, un restaurante capaz de dar de comer a varios cientos de personas a la vez, una zona para sentarse y tomar café muy agradable y unas vistas sobre la capital granadina y Sierra Nevada que invitan a perder el tiempo y la mirada en el horizonte.

Eduardo Jiménez Meana es el presidente de la Federación Andaluza de Tiro Olímpico, la propietaria de estas instalaciones. Eso es lo primero que llama la atención, el hecho de que el logotipo de una federación deportiva aparezca como propietaria de un recinto de esas dimensiones, que comparte instalaciones deportivas con otras zonas que son puro negocio, como el hotel y el restaurante. La realidad es que, a pesar de lo aparente, las federaciones de deporte son entes totalmente privados, aunque 'sin ánimo de lucro', aclara Jiménez. En el caso de la Federación andaluza, los 13,22 millones de euros han procedido de la venta de las antiguas instalaciones de tiro que había en Granada. Se compraron a principios del siglo pasado y se vendieron a final. En estos casos, el tiempo siempre corre a favor del encarecimiento de los terrenos hasta llegar a esos 2.200 millones de pesetas. Un más que excelente negocio urbanístico íntegramente volcado en las nuevas instalaciones de Las Gabias.

El tiro olímpico es un deporte sin apenas repercusión social ni mediática pero con más adeptos de los que parece. Según el presidente de la federación andaluza, son más de 8.000 tiradores federados en la comunidad, todos ellos con su correspondiente licencia para armas deportivas. El número de armas deportivas puede rondar las 20.000 unidades, piensa Jiménez.

Las galerías de tiro del centro de Las Gabias, al que le quedan por completar aún parte de sus instalaciones, son llamativas para quien no está familiarizado con este deporte. La zona de tiro con carabina es espectacular y permite disparar a 80 tiradores a la vez sobre una diana instalada a 10 metros; el tiro al plato se puede hacer con 30 personas al unísono. Cuando estén acabadas las de tiro con pistola a 25 o 50 metros, podrán disparar hasta 60 personas a la vez en cada una de las galerías. Y para los próximos meses estará lista una zona en la que los aficionados al tiro con arco podrán probar suerte alejándose 90 metros de la diana.

En tiempos como estos, en los que sólo pensar en armas sueltas pone los pelos de punta, entre tanta guerra y con el francotirador de Estados Unidos que insiste en matar a gente y torear a la policía norteamericana, el asunto de la seguridad de las armas es primordial. El historial de cada arma, cuenta Jiménez, queda perfectamente rastreado desde que sale de la armería. Antes de llegar a casa del deportista, cada pistola, escopeta o carabina ha de pasar por el Banco Oficial de Pruebas, en el que el arma es disparada para comprobar cuál es su huella, que queda incorporada a una base de datos nacional. Una vez en casa, según el reglamento de armas, los usuarios deben guardar las armas desactivadas y con al menos 'los cierres o piezas fundamentales' guardadas en cajas fuertes. El transporte hasta los recintos de tiro ha de ser, por supuesto, desmontadas y en el interior de sus correspondientes fundas. La licencia para tener armas y poder dispararlas también la otorga la Guardia Civil tras algunos exámenes teóricos y prácticos a personas sin antecedentes penales.

'Son muchísimos los tiros que se hacen cada fin de semana en este tipo de instalaciones y jamás ha habido un solo accidente', repite el responsable federativo. Más vale así porque en sus instalaciones, a pleno rendimiento, pueden acoger a más de dos centenares de personas disparando. Además por si hay alguna duda, cuenta, su federación es la que menos paga en seguros a la mutualidad deportiva.

Lo que sí es seguro es que las instalaciones se han construido con todas las medidas de seguridad posibles, fundamentalmente para evitar las balas perdidas. Cualquier tiro que no vaya al blanco, algo difícil en un tirador con mediana experiencia, dice Jiménez, irá a montones de arena especiales que la recogen o a paneles de vigas de madera donde quedarían incrustadas.

Las nuevas instalaciones ya han sido bien recibidas en el ámbito internacional. El año próximo acogerá una copa del mundo y el campeonato mundial de tiro al plato y en la Federación ya preparan los papeles para organizar en dos o tres años el campeonato mundial de tiro.

Contra uno mismo

Eduardo Jiménez, presidente de la Federación Andaluza de Tiro Olímpico, sabe vender su producto. Las armas que se usan en los recintos deportivos no son tales, sino 'instrumentos deportivos'. En cualquier caso, Jiménez está convencido de que el tiro olímpico es un 'deporte educativo' que permite 'una educación integral', con ventajas sobre muchos otros. Disciplina, autocontrol o autoestima son características que Jiménez asigna a este deporte. Además, no hace falta ser el más fuerte de la clase, sino esto sí, el más estable psicológicamente.

Jiménez, militar en la reserva que ha dirigido un comando de operaciones especiales durante años y ha sido representante español en su deporte en los Juegos Olímpicos de Los Ángeles y Seúl, recuerda que él ha jugado al fútbol y que ahí no sorprende que un entrenador te diga que 'a ganar como sea, si hay que meter la pierna, se mete'. En el tiro, comenta, 'se lucha contra uno mismo y se intenta hacer el máximo de dianas posibles, sin prestar atención a qué hacen los demás'.

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