¿Viejo a los 32 años?
'Cuando tienes 32 años, todos los que vienen detrás son la nueva generación'. Eso decía ayer Andre Agassi, muy relajado, en las pistas de entrenamiento. Se refería a Lleyton Hewitt, Marat Safín, Juan Carlos Ferrero..., esos chavales insolentes que están ahí, entre los diez primeros, para cuestionar su poder.
Una muestra de lo rápido que se puede envejecer en el tenis. Después de todo, el actual número dos encabezó allá por 1988 a los niños terribles que desbancaron a Ivan Lendl y Stephan Edberg. 'Todavía aspiro a terminar el curso como el uno', advirtió en alusión a Hewitt.
Con él, eso sí, se presta tanta atención o más a lo que hace fuera de la pista que a lo de dentro. Para empezar, es el único de los grandes del torneo que ha preferido alojarse en el hotel Ritz y no en el oficial. Y nada de entrevistas exclusivas ni intrusiones en su vida privada. En sus ratos de ocio ha optado por variar sus gustos gastronómicos. Un restaurante tailandés, otro italiano, otro español... En los vinos, conste, se deja asesorar.
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