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Entrevista:JOSEP PIQUÉ | Candidato a la presidencia del Partido Popular de Cataluña

'El nivel de convivencia lingüística en Cataluña es ejemplar'

Josep Piqué (Vilanova i la Geltrú, Garraf, 1955) será elegido hoy presidente del Partido Popular de Cataluña. Es la última apuesta de José María Aznar para tratar de superar el problema catalán del PP. Piqué aspira a situar el partido en la centralidad política de Cataluña, incorporarlo al Gobierno y enterrar definitivamente todo signo de radicalidad heredado de la época de Aleix Vidal-Quadras.

Pregunta. ¿Es compatible ser ministro y presidente del partido en Cataluña?

Respuesta. Soy consciente de que requiere un esfuerzo importante, pero no soy el único que compatibiliza responsabilidades de gobierno con responsabilidades de partido. Espero hacer las dos lo mejor posible.

P. Si el PP de Cataluña va tan bien como dice y la gestión de Alberto Fernández ha sido tan positiva, ¿por qué hay que cambiar al líder?

'La petición para reformar el Estatut en 2004 ha sido sólo un brindis al sol'
'Pujol formará parte en el futuro del patrimonio común de todos los catalanes'
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R. Alberto Fernández lleva seis años dirigiendo el partido con gran eficacia. Recibió un partido con problemas y hoy es una formación unificada y coherente. Ahora entramos en una nueva etapa en Cataluña y hemos considerado conveniente modificar la persona que encabece el partido. Es un relevo normal para afrontar la nueva realidad.

P. Usted dice que propugna un 'catalanismo integrador'. ¿Es compatible con el homenaje a la bandera española y, sobre todo, con el discurso de 'un territorio, una lengua, una sangre' que lo acompañó?

R. Mi concepción del catalanismo integrador y del patriotismo constitucional está perfectamente contenida en las ponencias que he presentado en los congresos del PP, y no he cambiado de opinión. No tengo nada más que añadir. Lo que sí puedo decir es que los discursos de conspicuos dirigentes nacionalistas suelen utilizar conceptos que van más allá que los que utilizó la intervención del ministro de Defensa. A mí me escandaliza que alguien pueda decir que la bandera española hiere sensibilidades.

P. ¿Pero comparte el discurso del ministro de Defensa?

R. Está pronunciado en unas circunstancias concretas, pero mi concepto de patriotismo es el que aprobó el congreso del PP. Yo respondo de mis convicciones, no de las de los demás.

P. Las grandes decisiones del PP de Cataluña, incluido el cambio de líder, las ha tomado siempre la dirección nacional. ¿No es prioritario que el PP catalán gane autonomía?

R. El PP de Cataluña tiene que ser responsable de la política del partido en Cataluña. Sobre esto no tengo ninguna duda, lo he hablado largamente con el presidente [Aznar] y el secretario general [Arenas], y saben que la estrategia la va a determinar el PP de Cataluña.

P. Hasta ahora, los mejores resultados del PP en unas autonómicas los ha conseguido Vidal-Quadras, con un mensaje españolista. ¿Por qué tanto interés en giros catalanistas?

R. Cada cosa hay que situarlas en su contexto. Esas elecciones se produjeron a finales de 1995, en un momento de gran crispación, de grave desprestigio del Gobierno del PSOE y de cuestionamiento del apoyo que le había prestado CiU. Otra cosa es que desde el enfrentamiento se puedan conseguir resultados mejores que en otras ocasiones, pero si es a cambio de la animadversión del resto de las fuerzas políticas y del cuerpo social de Cataluña no creo que sea buen negocio.

P. ¿Usted cree que los castellanohablantes tienen problemas en Cataluña?

R. El nivel de convivencia lingüística en Cataluña es ejemplar. Los que provocan problemas somos los políticos. Yo, desde luego, no voy a contribuir a esto.

P. Su candidatura a la presidencia de la Generalitat se da por hecha, pero no se oficializa. ¿Es un asunto cerrado?

R. He mostrado mi predisposición en público, y esto en política suele significar algo. Pero estamos a un año de las elecciones y el clima electoral que se ha instalado no es bueno. Elegiremos al candidato cuando lo consideremos oportuno.

P. Si finalmente se presenta, ¿se comprometerá a agotar toda la legislatura?

R. Mi apuesta personal es sin reservas, aunque es evidente que en política las cosas siempre pueden modificarse.

P. Usted insiste en que en la próxima legislatura el PP quiere incorporarse al Gobierno de la Generalitat, y esto sólo puede llegar de la mano de CiU. ¿Cree que Artur Mas va por buen camino para ganar las elecciones y hacer posible este deseo suyo?

R. Nosotros tenemos nuestra propia estrategia y nuestro propio mensaje. Vamos a intentar tener unos buenos resultados, que permitan formar parte de cualquier combinación de gobierno. Lo que haga Mas me merece la misma consideración y respeto que lo que haga Maragall.

P. ¿Se entiende mejor con Pujol o con Mas?

R. Mi relación con Pujol siempre ha sido franca, mutuamente respetuosa y afable. Cuenta con mi aprecio personal y con mi respeto político. Estoy convencido de que en el futuro va a formar parte del patrimonio común de todos los catalanes. A Mas lo conozco menos, pero me parece trabajador, honesto y merece todo mi respeto.

P. ¿Cree que Mas sería más proclive a incorporar a CiU en el Gobierno de España?

R. Esa es la impresión que todos tenemos y yo celebraría que así fuera en el futuro. Hemos hecho esta oferta a CiU y se mantiene porque estamos convencidos de la conveniencia para España y para Cataluña de que el nacionalismo catalán se corresponsabilice en la gobernación de España.

P. Con la retirada de Pujol, ¿habrá llegado el momento de unificar el centroderecha?

R. En la realidad política catalana se entrecruzan dos vectores -el ideológico y el nacionalista- y eso va a seguir siendo así, aunque creo que el discurso del nacionalismo está agotado. La realidad irá decantando las cosas, pero no soy partidario de forzarla.

P. CiU insiste en que el Gobierno del PP impulsa una involución autonómica y trata a Cataluña como periferia.

R. CiU ha desarrollado un estado de insatisfacción permanente porque está convencida de que le genera réditos electorales. Pero siempre digo lo mismo: que se me diga en qué hay involución porque la realidad nos indica lo contrario, y eso lo reconoce el propio Pujol cuando dice que jamás Cataluña había tenido tanto durante tanto tiempo.

P. El PP es el único partido que se niega a abrir en la próxima legislatura un proceso de reforma del Estatut. ¿Por qué?

R. Por racionalidad y rigor. El resto de fuerzas pide la reforma del Estatut, pero para después y sin especificar qué quieren reformar. Es un brindis al sol y no me interesa.

P. Pero si se llegara a un amplio acuerdo en Cataluña sobre la reforma del Estatut respetando siempre la legalidad, ¿el Congreso debería ratificarlo?

R. El marco constitucional y estatutario ha sido producto de un amplísimo consenso, que ha permitido desarrollar los Estatutos no sólo por la voluntad de los ciudadanos de cada comunidad autónoma, sino por la voluntad del conjunto del pueblo español expresada a través del Parlamento. Creo que no sería bueno modificar ese esquema. Lo lógico es tener en cuenta la correlación de fuerzas, buscar consensos y huir de aventurismos.

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