Bodiroga salva al Barça

Ver para creer. Ver para creer cómo el Barça puede estar plagado de figuras, desplegar un juego brillante por momentos y, un minuto después, convertirse en el grupo más mediocre, confiado a la genialidad de su estrella. Ver para creer que el conjunto de Svetislav Pesic, ayer, dilapidó una ventaja de 19 puntos (31-50, tocando el final del tercer cuarto) para acabar con la soga al cuello en los últimos dos minutos del encuentro (55-55). Ver para creer que sólo Bodiroga, la estrella del equipo, tuvo el temple necesario para acabar solventando el partido (57-62) y sumar la segunda victoria azulgrana en Europa.

La imagen ofrecida por el Barça en el último cuarto fue preocupante. Ante un AEK carente de ideas y de toda mordiente en ataque -el vigente campeón de la Liga griega anotó sólo 35 puntos en 30 minutos-, al conjunto de Pesic le entró una pájara de tales dimensiones que llegó a encajar un parcial de 20-4. Era como si los Navarro, Fucka o Jasikevicius hubieran desaparecido de la cancha. Como si el Barça entero se hubiera esfumado. Seis minutos y 10 segundos se pasó sin anotar un sólo tiro de campo. Hasta que Bodiroga, buen conocedor de los griegos, comprendió que o ponía remedio o de allí salían escaldados. Restaban menos de cuatro minutos y el encuentro se convirtió en un Bodiroga contra todo el AEK. El alero yugoslavo anotó en juego, desde la línea de tiros libres, defendió y reboteó. Deshizo el empate que habían atrapado los griegos y se erigió en salvador.