Los médicos del Utah certifican la recuperación de Raúl López

Raúl López se recupera de su operación de ligamentos de la rodilla derecha y pule su inglés a buen ritmo. A las dos semanas de haber pasado por el quirófano, el baloncestista se pasa tres horas diarias con Moe Forsyth, el fisioterapeuta de los Jazz de Utah, el club de la NBA que le eligió en el draft de 2000, y otras tres con Mark McKown, el preparador físico. El primer paso será dejar las muletas en mes y medio. Luego, podrá continuar su carrera deportiva sin problemas. Las nubes se han disipado y ya es sólo es cuestión de tiempo el debut del tercer español en la Liga profesional norteamericana. 'Esa rodilla [la del base ex madridista] tiene aún mucha vida', certificó Marlowe Goebel, el cirujano de la Universidad de Utah que dirigió la intervención quirúrgica.

Eso sí, Goebel discrepa del método utilizado en la primera operación de López, en Madrid. Entonces se le colocó el ligamento de un cadáver, un procedimiento que se popularizó durante los años 80 y que es muy utilizado en Europa. 'Hemos aprendido', dice Goebel, 'que en un 12% de los casos el cuerpo lo reconoce como extraño y tiende al rechazo'. Ahora se ha utilizado una estrecha franja de tejido del tendón de la rótula del propio jugador. Más de 300 deportistas de élite en Estados Unidos han sido intervenidos con éxito siguiendo este sistema en los últimos años.

'Junio o julio será el mes en el que el reloj se ponga de nuevo en marcha', dice el vicepresidente de operaciones de la franquicia, Kevin O'Connor, que descarta, casi con toda seguridad, que López debute a lo largo de la inminente temporada. Nadie quiere asumir riesgos y, así, su vuelta a los entrenamientos será a su debido tiempo. Todo indica que nunca antes de la liguilla de verano.

La directiva del club planea, no obstante, que López viaje con el equipo en algún desplazamiento y que esté siempre en el banquillo, junto a sus compañeros, en el pabellón Delta Center. 'Aunque no pueda jugar, queremos que se familiarice con el rigor de un calendario tan duro'. comenta O'Connor.