El servicio de emergencia de Madrid localiza las llamadas de móviles
El 112 sitúa en un mapa la antena que tramita la llamada del teléfono con un margen de error que va de 100 a 1.000 metros. La precisión depende de la red de antenas de la zona
Desde su entrada en funcionamiento en enero de 1998, los operadores del 112 son capaces de localizar exactamente una llamada desde un teléfono fijo e identificar el número. En el caso de los móviles, desde los que se recibe el 60% de los avisos, era imposible hasta ahora. Un sistema montado conjuntamente con las operadoras móviles envía a la central del 112 la posición geográfica de cualquier teléfono móvil que realice la llamada.
La localización de la antena de telefonía con la que el terminal se comunica permite establecer su posición con una precisión que va de 100 a 1.000 metros. En la central del 112, un Sistema de Información Geográfica (software con relleno de mapas) se encarga de desplegar un plano legible en el que sitúa aproximadamente el lugar del comunicante. El sistema se implantará en breve en el resto de comunidades autónomas.
'En carreteras y en el entorno rural teníamos muchas dificultades', cuenta José María Rodríguez, director de desarrollo del 112, 'ahora el sistema lo clava, porque 400 metros arriba o abajo en mitad del campo o de una carretera no es nada'. La precisión del sistema es superior en entornos urbanos debido a la concentración de antenas.
Ganar tiempo
'La clave del servicio está en ganar tiempo, y esto se hace con los datos', explica Rodríguez. Número de heridos si los hay, tipo de emergencia... y sobre todo el lugar. 'Lo primero que hacemos cuando una persona llama es, antes que nada, preguntarle dónde se encuentra', explica, 'es lo principal, porque si se corta la comunicación y no conoces el lugar de la emergencia no puedes hacer nada'.
Una vez que los datos de una emergencia han sido tomados se envían incluso a las ambulancias del Samur, que recibe un mensaje de texto (similar a un sms) con los detalles del accidente.
Reciben unos tres millones de avisos al año, el 60% del total de avisos de urgencias en la Comunidad de Madrid, que gestionan por término medio en 70 segundos.
En la central, situada en las afueras de Madrid, trabaja 80 operadores que se turnan para cubrir todo el día, ayudados por varias decenas de máquinas, servidores redundantes, y una bases de datos para situar cada número telefónico en su lugar exacto.
Una buena parte del trabajo se realiza en las entrañas informáticas del centro. Las conversaciones quedan grabadas para cualquier requerimiento de las autoridades.
Gracias a su base de datos telefónica, el 112 puede lanzar un envío masivo de llamadas telefónicas y faxes de aviso a una determinada región geográfica en caso de emergencia. Aunque en palabras de Alejandro Martínez, director del 112, los cacharros son 'una herramienta de ayuda, la decisión final depende de la inteligencia del operador'.
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