Crecer sano es pan comido

Hay muchos tabúes y falsas creencias que 'desterrar' en cuestiones alimentarias. Que las embarazadas tienen que comer mucho, que el huevo crudo tiene mucho alimento o que el duro es indigesto y malo para el hígado son algunos de los que ayer mencionó Rafael Jover, especialista en nutrición. También hay que abandonar el tópico de que la dieta mediterránea impregna la alimentación de los españoles. Jover defiendie que esta dieta quedó atrás en los años 70. 'A partir de ahí nos hicimos europeos en materia de alimentación'´, explica. Una afirmación que lejos de tener una connotación positiva es una crítica en toda regla porque, asegura, 'tendríamos que haber españolizado Europa'. Jover, que participó ayer en la presentación de la campaña de talleres que bajo el título Alimentación Saludable han organizado la cooperativa valenciana Consum y la Unión de Consumidores de la Comunidad Valenciana (UCE), recordó que hace años en España se comían más legumbres, pan con aceite y sal o sopas de ajo y menos carne. Los bollos o los productos elaborados con grasas saturadas tampoco predominaban como opción.

Calidad, variedad y la cantidad adecuada son los pilares de una buena dieta

Jover, que ha sido supervisor de nutrición artificial de los hospitales La Fe y el Arnau de Vilanova, aseguró ayer que no sólo España es el país europeo que más obesos tiene, sino que además la Comunidad Valenciana es la autonomía con más personas de sobrepeso y en la que 'más de la mitad de los niños' comen mal. Esta última afirmación completa los resultados del Estudio de Cuenca, realizado entre un millar de escolares de 9 a 17 años, y que refleja la existencia de un 26,6% de niños con sobrepeso y de casi un 4% con obesidad.

Es precisamente el colectivo más joven uno de los que más preocupa a los expertos. De hecho, la campaña presentada ayer, que se concretará en 140 cursos de hora y media impartidos a partir de hoy, Día Mundial de la Alimentación, y hasta dentro de 28 días, va dirigida especialmente a ellos. Las dos entidades organizadoras explican que los nuevos hábitos alimentarios han provocado la detección entre los más jóvenes de 'enfermedades propias de una edad adulta como hipertensión, colesterol, diabetes y obesidad'. Problemas que en muchos casos, dijo Jover, no terminan ahí ya que derivan en otros como la bulimia o la anorexia.

En este punto, incidió Jover, la responsabilidad recae sobre los padres y los educadores. Los primeros, dijo, han de buscar tiempo para fomentar una correcta cultura nutricional en sus hijos. Y en el caso de los colegios, aunque admitió avances, defendió la necesidad de organizar talleres en las aulas.

La secretaria general de la UCE, Ana Zarzuela, subrayó que una alimentación correcta es el 'pilar básico' de una buena salud. Por ello, dijo, los talleres pretenden fomentar una 'dieta equilibrada' y prevenir 'futuros problemas de salud'.

Calidad, variedad y una cantidad adecuada constituyen la trinidad de una buena alimentación, según añadió Camen Picot, directora del Departamento de Consumidores de Consum. Por ello, dijo, los talleres de carácter práctico abordarán sobre todo los hábitos alimentarios 'inadecuados'. Los talleres, en cualquier caso, también van dirigidos a los adultos. 'Probablemente con la mitad de lo que comemos tendríamos bastante', resumió Jover.