Un bocado indigesto

A José María López de Silva Sánchez, de 19 años y natural de Huelva, su carrera deportiva le dio un vuelco el 22 de septiembre. Ese día pasó de ser un juvenil prometedor en el Real Madrid C a encontrarse en la calle, expulsado por su club y con una sanción de tres meses a cuestas. Y todo, por 'un calentón'.

Se jugaba la cuarta jornada del Grupo VII de la Tercera División, Navalcarnero-Real Madrid C (1-0), cuando José María, un centrocampista diestro que también juega de media punta, recibió en el minuto 20 una brutal entrada, 'de roja', a la que respondió con una patada al rival.

El árbitro, Emilio Peral Hernández, expulsó al medio del Madrid, pero sólo amonestó al jugador del Navalcarnero. '¡Pero sácanos la roja a los dos!', le dijo López, 'pegado a su oreja'. 'No, no. Sólo te la saco a ti', le respondió Peral, que le dio la espalda para anotar sus datos. Y, de repente..., ¡ñaca!

'Le di al árbitro un pellizco en el hombro... con los dientes. Fue de la impotencia por dejar a mi equipo con diez. Me sentí muy culpable', confiesa, avergonzado, José María. 'El árbitro se levantó la camiseta. Tenía como un chupetón en la espalda. Yo me marché a los vestuarios y, cuando iba por la banda, la gente me decía: 'No te mereces vestir la camiseta del Madrid'. Y pensé que tenían razón. Lo que he hecho no es normal', añade.

Arrepentido por su imitación de Dennis Wise, López no contó a sus padres lo del bocado por pura vergüenza. Se enteraron al día siguiente por la prensa. El acta arbitral era clara: 'Expulsé a José María López de Silva Sánchez, número 7 del Real Madrid C, por dar una patada a un jugador contrario en el pecho estando detenido el juego... Al mostrarle la cartulina roja, se abalanzó sobre mí dándome un mordisco en el hombro derecho, produciéndome un hematoma interno de aproximadamente dos centímetros, no necesitando asistencia médica'.

Las consecuencias fueron desastrosas para López. El comité madrileño le sancionó con cuatro partidos por la entrada y con tres meses de suspensión por el mordisco, Y, lo peor, el Real Madrid le expulsó del club cuatro días después por conducta inapropiada.

'Estuve entrenándome muy amargao porque sabía que me iban a echar. Los compañeros me decían que no, que sólo me quitarían el sueldo. Pero yo sabía que me despedían', dice Jose María, que pasó unos días hundido. Con 19 años había sido expulsado del Real Madrid por un segundo de impotencia. El estricto régimen interno del club no tuvo piedad. 'Estaba hundido. Llevaba tres años en el Madrid. Tenía muchos amigos. Y la grandeza del club pesa', dice su ex técnico, Manolo Díaz.

José María, apodado La Locomotora López por su ímpetu, comenzó jugando al fútbol sala en Huelva, se pasó al fútbol con los infantiles de Santa Marta y, con 16 años, fue fichado para el Madrid por Paco de Gracia y Vicente del Bosque tras un torneo en Jaén con la selección de Huelva.

López, el mediano de tres hermanos, vivió en el colegio San Estanislao de Cosca hasta los 18 años, cuando se trasladó a un piso alquilado. 'Es un chaval muy sano, con el carisma de los andaluces', recuerda Díaz. 'Pensaba que, después de lo que hice, no iba a tener nunca más un equipo, pero ya estoy mejor de ánimo', dice López. Sobre todo, porque está a punto de fichar por el Valencia -sus representantes, Alejandro Camaño y Julio Prieto, pueden cerrar hoy la operación, 'muy avanzada'- y ver así de cerca a su ídolo, Aimar.