Hingis, apartada de las 'top ten'

Llegó arrasando todo lo que encontraba a su paso y rompiendo en mil pedazos el dominio inapelable de Steffi Graf en aquel año 1997. Con 16 años, fue la campeona más joven del siglo en un Grand Slam y ganó tres de los cuatro grandes, fallando sólo en la final de Roland Garros incomprensiblemente ante la croata Iva Majoli. Martina Hingis se convirtió en la mejor, la incuestionable número uno del mundo. Y ahí se mantuvo hasta la llegada de las hermanas Venus y Serena Williams. Pero ahora, varias lesiones y una cierta ansiedad han llevado a la jugadora suiza, de sólo 22 años, a vivir sus horas más bajas. Hoy aparecerá en la clasificación mundial fuera de las 10 primeras jugadoras de la WTA (top ten). Es la primera vez que eso le ocurre desde 1996.

'Por el momento', reconoce la jugadora, 'lo esencial para mí es jugar contra las mejores. Mientras eso ocurra podré seguir pensando en recuperar la posición de número uno mundial'.

Sin embargo, a lo largo de la temporada, Hingis ha tenido pocas ocasiones de topar contra las mejores. Lo logró, eso sí, en el Open de Australia, donde alcanzó la final, que perdió ante la estadounidense Jennifer Capriati. Pero en lo que lleva de temporada sólo ha conseguido ganar dos torneos menores, el de Sidney y el de Tokio, ambos a principios de año. Y, en cambio, ha sufrido algunas derrotas impensables, como en Moscú ante la rusa Nadia Petrova por 6-2, 6-2, que la dejó fuera de un torneo -exceptuando los del Grand Slam- en primera ronda por primera vez desde Sidney en 1996.

Su declive quedó confirmado la semana pasada en Filderstadt (Alemania), cuando la rusa Elena Dementieva, 22ª mundial, la eliminó en la segunda ronda por un escandaloso 6-3, 6-1. Más que la derrota en sí, lo que supuso un golpe brutal en la personalidad de Hingis fue que, como consecuencia de ella, perdió su condición de top ten. 'Físicamente me siento mejor, pero sólo fui capaz de jugar bien seis juegos'. reconoció Hingis. 'Y los partidos son bastante más largos'.'Sé que está regresando de una lesión y que este es un duro trago para ella', indicó Dementieva. 'Pero creo que ella está mejorando rápidamente y que pronto volverá a ocupar el lugar que le corresponde'.

Tras tres meses de ausencia del circuito por culpa de una rotura de tendones en el tobillo derecho, Hingis regresó al WTA Tour con una victoria en Sidney en enero y creyendo que sul calvario había concluido. Pero no fue así, puesto que en mayo la lesión se le reprodujo en el tobillo izquierdo y tuvo que ser operada sin garantías de que pudiera proseguir su carrera. 'Claro que volveré', afirmó ella entonces. Pero se perdió los torneos de Roland Garros y Wimbledon y en el Open de Estados Unidos no pasó de los octavos de final.

Sus problemas físicos llegaron acompañados de una sensación de impotencia frente a la mayor agresividad y velocidad de bola de las hermanas Williams, de Capriati y de Lindsay Davenport. Y, también, de varias aventuras amorosas que han concluido en una relación relativamente estable con el golfista español Sergio García.

Hingis intenta tranquilizar su espíritu situando el tenis en un segundo plano. Pero si no logra resolver sus problemas físicos y de ansiedad y no gana pronto otro torneo de los grandes, no sería extraño verla abandonar el tenis dentro de muy pocos años.