Plata al estilo Freire
Francisco Gutiérrez repite el segundo puesto en los sub 23 logrado por el cántabro hace 5 años
A Pablo de Pedro, inmenso, 1,85 metros, planta impresionante sobre la bicicleta, le llaman Pedrito y cada vez que su figura satura la pantalla del televisor su casco granate abriéndole camino, la caseta de la selección española en la cuneta de una de las rectas del circuito de Zolder se convierte en un guirigay. José Luis de Santos, seleccionador español sub 23 y paisano, segoviano, de Pedrito, encabeza el derroche emocional y como Pedrito, enorme, no para de moverse por delante, organizando cortes, arrancando donde sea, derroche de inagotables energías, aquello es un alboroto continuo, creciente. Y no sólo por Pedrito.
Falta una vuelta. La cosa va rapidísima. Más de 45 de media sobre un circuito extraplano. Acaban de coger otra vez a Pedrito, que iba con media docena de escapados. La fuga es imposible. No hay ni un repecho. Y que no llegue, porque si van cinco, Pedrito hace sexto, tan lento es en el sprint. Y los italianos no se mueven, no existen. Qué peligro. 'Pero tranquilos, que tenemos chavales rápidos. Tenemos a Reynés, y a Unai Elorriaga, y también tenemos a Francisco Gutiérrez', explica De Santos. Y coge el transmisor y le dice a Pedrito: 'Agarra a Gutiérrez y súbelo para arriba. Protégelo. Chúpate el viento por él. Que llegue fuerte al final. Vamos, que puede ganar'. De Santos mira a la tele y sonríe: allí está Pedrito, tapando casi por completo a Gutiérrez, que a su rueda tira para arriba. Y llega la última recta. Hay una caída que salva Gutiérrez. La salva y se lanza. Tan pronto que hasta se destaca y parece que va a ganar. Pero por detrás de él, el pandemónium: un holandés que se abre paso y adelanta a Gutiérrez, y un italiano increíble, una bomba, Francesco Cicchi, que se marca un zigzag imposible, que gana a todos. (Posteriormente, el holandés, Hans Dekkers, fue descalificado, y Gutiérrez, vizcaíno de Zaldibar, cambió el bronce que le dieron en el podio por la plata). También Freire se hizo famoso cuando ganó la plata, al sprint en el Mundial sub 23 del 97, en San Sebastián.
Pedrito pasará a profesional el próximo año. Trabajará en el Barbot, un equipo portugués de esos que pagan 80.000 al mes, todo incluido. Es una excepción y un privilegio en el ciclismo español. Francisco Gutiérrez, como el 99% de los amateur españoles, no tiene ninguna oferta, ni siquiera de Portugal. Y eso que ha sido el mejor del año. Que ha ganado la Copa de España y 11 pruebas. Que es un buen contrarrelojista. Así que, seguramente, cuando acabe la temporada, tendrá que volver a ganarse la vida. Volverá, como el invierno pasado, al andamio, a trabajar de albañil con su hermano y su primo. Será curioso, a poner ladrillos con una medalla de plata al cuello.
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