Un incendio calcina 10 coches del garaje de un bloque de pisos de Alcobendas

Un espectacular incendio devastó ayer un garaje de Alcobendas, destruyó 10 de los 32 coches que había en su interior y obligó a desalojar durante horas a las 60 familias que viven en el inmueble. El fuego se inició sobre las siete y media de la tarde con una fuerte explosión a la que siguieron otras dos y que hicieron cundir el pánico en el vecindario. Las siete unidades de los bomberos desplazadas al lugar tuvieron que emplearse a fondo para atajar las llamas, que provocaron una cortina de humo que era visible desde la carretera de Burgos a su paso por los aledaños de esta ciudad. Pese al vigor de las llamas, no se registró ningún herido, pero sí graves daños materiales en el inmueble, que está asegurado.

El fuego afectó al garaje del primero de los cinco bloques de pisos que configuran la urbanización denominada Espino del Cuquillo, en la que residen 320 familias y que colinda con la calle de Camilo José Cela de Alcobendas. Los bomberos de la Comunidad calculan que las llamas destruyeron 10 de los vehículos allí estacionados y causaron diversos daños a otros 22. El garaje dispone de 58 plazas.

Un inquilino del primer piso del bloque cuyo garaje quedó devastado explicó: 'Sobre las siete y media estaba tumbado en el sofá, durmiendo. Me despertó una fuerte explosión, sorda, que hizo retumbar el suelo. Cogí a mi hija y a mi esposa y salimos corriendo a la calle'. Escenas similares se vivieron en el resto de las viviendas. 'Yo estaba con el ordenador y escuché dos explosiones casi seguidas', relató José Manuel, otro de los inquilinos damnificados. 'Al notar que se movía todo y que la luz temblaba, no me lo pensé dos veces: vi salir humo y también salí corriendo', añadió.

Los bomberos atribuyeron las explosiones a la ignición de dos tanques de combustible de los vehículos.

Puertas reventadas

Siete unidades de los bomberos y una veintena de voluntarios de Protección Civil de Alcobendas llegaron de inmediato al lugar. Observaron que las dos puertas del garaje del inmueble habían reventado y que de ellas salía una profusa cortina de humo muy negro que subía rozando la fachada de ladrillo visto del edificio. Además, se toparon con un grave inconveniente: el hidrante del edificio carecía de presión y no tenía agua suficiente, por lo que tuvieron que usar sus vehículos autobomba. La Policía Municipal evacuó a las familias que había en el bloque en ese momento, unas sesenta, y acordonó la zona. Decenas de vecinos de éste y otros inmuebles próximos se congregaron detrás del cordón policial para seguir las tareas.

El presidente de la comunidad de vecinos, Andrés Olivares, admitió que el hidrante no había funcionado y señaló que 'se depurarán las oportunas responsabilidades una vez que los bomberos elaboren el informe sobre el siniestro'. Olivares aclaró que su comunidad -construida hace siete años dentro de un plan municipal para familias jóvenes- posee un seguro que cubre estas incidencias.

Pasadas las once de la noche, los inquilinos de los pisos permanecían en la calle a la espera de que los bomberos evaluaran el impacto del fuego en la estructura del bloque de pisos, construido en 1995. 'En general, los pisos no han resultado muy afectados, salvo algunos en los que ha entrado humo', indicaron fuentes de los bomberos. 'Ignoro si los vecinos podrán o no dormir esta noche en sus casas, ya que la red de saneamiento del inmueble, que pasa por el garaje antes de llegar a los colectores, está muy afectada', añadieron. 'Dicen que van a intentar reparar la red para que podamos pernoctar esta noche; ya veremos', comentó otro vecino. El alcalde de Alcobendas, el socialista José Caballero, acudió al lugar del incendio, pero eludió hacer declaraciones.