La Diputación de Álava, la joya del PP en Euskadi

Álava, la provincia donde el nacionalismo perdió su hegemonía en las elecciones municipales de 1999, es la gran deseada. Por esa puerta, el Partido Popular ha entrado en el entramado institucional vasco y ha participado de pleno derecho en las decisiones económicas más importantes de la legislatura, como la renovación del Concierto y el Cupo o la reforma del IRPF. Por esta puerta, además, el PP se ha estrenado en los órganos de control de instituciones financieras como la Caja Vital.

El PP ha decidido que el País Vasco es 'lo más importante' del 25-M y dentro de esa declaración de principios la 'clave' es la Diputación Foral de Álava. Se volcará en no perderla para frenar, desde las intituciones, los planes soberanistas del lehendakari, Juan José Ibarretxe. El popular Ramón Rabanera, que gobierna en minoría con Unidad Alavesa, ayudado desde la oposición por el PSE se presentará a la reelección como diputado general. Los socialistas se enfrentarán a la incógnita de si el electorado ha entendido su apoyo externo al PP, un hecho excepcional en la política española. Pese a haber sido oficialmente oposición, el PSE ha manejado la llave de todas las decisiones importantes.

Los nacionalistas no han conseguido rehacerse de su derrota electoral (perdieron en la provincia por 441 votos). El PNV ha visto cómo Félix Ormazabal, anterior diputado general y su cabeza de lista en 1999, abandonaba la política. Detrás de él no ha aparecido ningún líder. Está por ver adónde se dirigen los votos de Batasuna. Y también qué ocurre con la descomposición de Unidad Alavesa, que tras la marcha de su líder, Pablo Mosquera, está en crisis.

En el Ayuntamiento de Vitoria se ha reproducido la situación del Gobierno foral. El popular Alfonso Alonso gobierna en coalición con UA y con el apoyo indispensable de los socialistas. Alonso seguirá siendo la apuesta popular. Y el PP tiene asumido que para mantener la Diputación Foral sin problemas hace falta ganar Vitoria.