_
_
_
_
Reportaje:FÚTBOL | Internacional

El gran goleador de principio de temporada

Inzaghi, delantero del Milan, acumula unos números insólitos para el fútbol italiano

No tiene el físico de Arnold Schwarzeneger, pero ya le llaman Terminator en las gradas de San Siro. No tiene tampoco la calidad técnica de algunos de sus compañeros como Rivaldo. Su punta de velocidad es buena, pero ni de lejos se puede comparar con la del todavía lesionado Shevchenko. Y tampoco aparenta dominar los secretos de la pausa que le podría enseñar Rui Costa. Pero Filippo Inzaghi (Piacenza 1973) no parece necesitar ninguno de esos atributos para convertirse en el nombre de moda en un Milan que sigue sorprendiendo al panorama futbolístico italiano con su buen juego y los grandes resultados que está obteniendo. Se trata de un delantero que vive del instinto, la inteligencia en el desmarque y la determinación a la hora de rematar. Ayer la víctima fue el debilísimo Torino, al que le hizo tres goles, en la Liga; el martes fue el Bayern de Múnich, y pocos días antes el Deportivo en Riazor, ambos en la Liga de Campeones. La lista de damnificados por la voracidad goleadora de Inzaghi continúa creciendo semana tras semana en una escalada que ya le ha colocado en el centro de todas las miradas mientras los analistas buscan mil y un motivos para explicar tal estado de gracia.

Filippo marcó tres goles al Torino y lleva 13 de los 21 de su cuadro en la Liga y en Europa
Según Berlusconi, el espectáculo de sus tantos representa el nuevo espíritu del equipo

Sus dos goles en Múnich, donde su club no había ganado nunca hasta el pasado martes, le han colocado a la cabeza de la lista de goleadores italianos en la historia de las competiciones europeas. Ya suma 42 dianas, superando así a ilustres arietes como el interista Altobelli, o el brasileño naturalizado italiano Altafini. En esa lista histórica tiene a tiro de piedra las marcas de Simonsen, Santillana, y el mismísimo Di Stéfano. Solo un gol le separa de su antiguo compañero Del Piero (que suma 27) en la carrera por liderar la clasificación de goleadores italianos en la Copa de Europa.

En el campeonato italiano es el máximo realizador con seis tantos, empatado con Totti, y si se profundiza en sus estadísticas de este comienzo de temporada se obtienen datos tan contundentes como éste: Inzaghi ha marcado 13 de los 21 goles que ha conseguido su equipo hasta ahora entre la liga italiana y la Liga de Campeones. Números imponentes para un goleador voraz que aprovecha por igual su buen momento personal y las grandes posibilidades ofensivas que le ofrece el hecho de jugar al lado de futbolistas como Rui Costa, Serginho, Rivaldo, Seedorf o Pirlo. Criado en la cantera del Piacenza, los equipos más grandes de Italia repararon en su figura tras la temporada 1996-1997, cuando se proclamó máximo goleador de la Serie A tras hacer 24 goles para el modesto Atalanta de Bérgamo. El Juventus le fichó para las siguientes cuatro temporadas en las que formó pareja de ataque con Del Piero, en una fructífera sociedad que llevó al conjunto turinés a ganar una Liga, y al propio Inzaghi a la selección. Su fichaje la temporada pasada por el Milan provocó cierto escepticismo en un equipo que en aquel momento no encontraba un nivel de juego adecuado a su historia. Para colmo sufrió una grave lesión de rodilla al comienzo de la pasada temporada que le tuvo más de cuatro meses parado.

Se recuperó justo a tiempo para contribuir con 10 goles a que el Milan se clasificara en el cuarto puesto que le daba acceso a la Liga de Campeones. Pero la decepción le llegó cuando Trappattoni eligió a Vieri como único delantero titular en la mayoría de los partidos del Mundial 2002, en el que Inzaghi apenas jugó 70 minutos y no logró anotar ningún gol. De carácter simpático y abierto, poco dado a las demostraciones de arrogancia que acostumbran a ofrecer otras estrellas del campeonato italiano, ha comenzado la presente temporada con una cadencia goleadora dificil de mantener. Se le puede ver en un anuncio televisivo de una marca de caramelos llamada Goleador en la que Inzaghi se enfrenta con limpieza a un equipo de agresivos lagartos animados. Y también se le suele ver practicando su afición favorita, la pesca fluvial, en la que parece inspirarse cada vez que pisa el área de un equipo rival. Su técnico, Ancelotti, le propone como candidato al Balón de Oro, y su exhibición de ayer en San Siro tuvo a dos espectadores de excepción: el mítico exdelantero sueco del Milán, Liedholm, que cumplía 80 años, y el presidente italiano, Silvio Berlusconi, que ha declarado que Inzaghi y el espectáculo de sus goles representa fielmente el espíritu del nuevo Milan. Mientras tanto, el delantero sin complejos sueña con seguir sumando goles en un Milan que sigue divirtiendole. 'Soy mi primer y más genuino tifosi'. Con esa confianza, quiere seguir volando alto.

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_