Tablas del Rayo y el Villarreal en un partido frenético
Poco, muy poco, nada había hecho el Villarreal y ya tenía dos goles en el zurrón. En lo que el reloj tardó en viajar del minuto 20 al 21, Belletti y Senna lograron dos tantos y rompieron por la mitad al Rayo. Fueron los dos primeros disparos del Villarreal. Y los dos entraron. El Rayo miraba aquello sin saber muy bien por qué diablos había recibido semejante castigo sin motivo aparente. Un balón colgado, Palermo que lo baja de cabeza y Belletti que marca. Sin solución de continuidad, Senna se encuentra con la pelota al borde del área, hace un regate y logra un soberano gol.
Así que el Rayo se vio en la tarea de remontar un 0-2 que no imaginó ni en la peor de sus pesadillas. Intentó que la urgencia no le llevara a buscar soluciones de dudoso efecto. Por ejemplo, el bombeo indiscriminado de balones. Pero sólo lo logró a medias. Tipos como Julio Álvarez o Azkoitia hicieron lo posible por que la pelota viajara por el césped, que para eso está, pero encontraron compañeros a los que no parecía convencer el plan.
RAYO 2| VILLARREAL 2
Rayo Vallecano: Etxeberría; Mario, Corino, Mainz, Graff; Julio Álvarez (Mora, m. 85); Azkoitia, Onopko, Peragón (Marqués, m. 84); Bolo y Bolic (Michel II, m. 67). Villarreal: López Vallejo; Q. Álvarez, Ballesteros, Unai, Arruabarrena; Belletti, Senna, Jorge López, Rubén Reyes (Guayre, m. 58); Víctor (Calleja, m. 77) y Palermo. Goles: 0-1. M. 20. Balón al segundo palo, Palermo lo baja de cabeza y Belletti marca. 0-2. M. 21. Disparo lejano de Senna que se cuela pegado al poste derecho. 1-2. M. 41. Centro desde la banda de Julio Álvarez que cabecea Bolo. 2-2. M. 57. Penalti por empujón de Unai a Azkoitia que transforma Julio Álvarez. Árbitro: Muñiz. Amonestó a Corino, Mainz, Belleti, Jorge López, Unai y a Q. Álvarez. Unos 13.000 espectadores en el T. Rivero.
El caso es que el primer envío con buen aspecto que cayó sobre el área del Villarreal, remitido por Julio Álvarez, fue rematado de cabeza por Bolo, que, más allá de esa acción y del encomio que le puso a la tarea, se perdió en taconcitos condenados al fracaso. Llegó ese gol al borde del descanso y la segunda mitad mostró a dos equipos que hicieron todo por ganar. El Rayo logró empatar merced a un penalti que transformó Julio Álvarez y ahí se volvió loco el partido.
El balón comenzó a viajar a toda velocidad de un área a otra. Apenas había transición y el frenesí se apoderó del partido. Etxeberria salvó a su equipo en un par de oportunidades y la falta de puntería impìdió al Rayo conseguir un premio mayor. Fernando Vázquez puso en liza a cuanto delantero tenía a mano mientras el Villarreal intentó hasta el último instante atrapar una victoria que mereció, tanto como el Rayo, en un partido que enseñó a dos equipos con problemas, pero que, al menos, le echaron valentía al asunto.
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