Centenares de vecinos despiden en silencio a la joven apuñalada en Terrassa

Nadia García tenía 16 años cuando un desconocido le arrebató la vida. Ayer, a las diez de la mañana, en el templo del cementerio municipal de Terrassa, había muchos jóvenes como ella con los ojos llorosos.

Había también unos padres destrozados porque acababan de perder a su única hija. Por la tarde, medio millar de personas escogieron el silencio para manifestar su apoyo a la familia de la víctima, que era muy apreciada en el barrio Sant Pere Nord de Terrassa. Más de 300 personas, vecinos, familiares y amigos, quisieron despedirse de Nadia, en el templo no se cabía, y la gente ocupaba escaleras y jardines. 'Es tan injusto, no hay derecho', comentaba una vecina. 'Un padre nunca debería asistir al funeral de un hijo', añadía otro.

En el caso de Nadia, además, la muerte ha sido repentina y, de momento, su asesinato no tiene explicación alguna. Un hombre desconocido se le acercó y sin mediar palabra, le asestó una puñalada por la espalda. Ella afirmó horas antes de morir que no lo conocía. En la mente de muchos se agolpaban preguntas sin respuesta. José García, primo de la víctima y portavoz de la familia, afirmó ayer que hubo un testigo, una vecina, que vio como el presunto asesino escondía un 'cuchillo de largas dimensiones, en la manga'. Después el homicida 'echó a correr' y desapareció. García insiste: 'Mi prima me dijo que no lo conocía, describió a un hombre de 30 años, con entradas, bigote, alto y delgado.'

Fuentes policiales han informado de que se investiga la posibilidad que fuera una persona con problemas mentales. En el funeral había mucha tristeza, desolación ante algo imposible de entender, pero también una creciente indignación.

El portavoz de la familia arremetió contra la Mutua de Terrassa. 'Son unos incompetentes', afirmaba García. 'Dicen que mi prima ingresó muy grave; si así era, ¿por qué estuvo más de cinco horas, desde las 14.30 hasta las 20.00 horas, en observación y no se la intervino de inmediato?', se preguntaba el portavoz de la familia. El escáner sólo detectó 'los daños en el riñón y no en el hígado, que es el órgano que le ha causado la muerte'.

García también reclamó más seguridad: 'No tan sólo en Terrassa, sino en A Coruña, Cádiz, no podemos continuar así'. La familia confía en que se 'localice, se detenga y se condene' al presunto agresor. 'Tenemos que vivir en paz y no intimidados por dos o tres personas', concluye García. También los comerciantes de la zona se quejaban de la falta de seguridad, 'hoy hay 30 policías en el barrio, pero mañana qué pasará?'.

Por la tarde, más de medio millar de personas se concentraron ante el centro cívico del barrio de la víctima, Sant Pere Nord. A la manifestación acudieron primos y tíos de Nadia García. El portavoz de la asociación de vecinos, José Martínez, pidió '15 minutos de silencio como apoyo a la familia'. Fue una manifestación silenciosa porque 'pocos comentarios se pueden hacer, excepto solidarizarnos con una familia que está totalmente destrozada'.

Martínez también manifestó que el del pasado miércoles es 'un hecho aislado, inesperado, que ha impactado fuertemente en el barrio'. También Mariví Orta, representante del Ayuntamiento y presidente del distrito, afirmaba que no se trata de un 'problema de inseguridad ciudadana'. Orta dijo: 'Muchos policías no hubieran evitado este hecho'.