Una encuesta revela que sólo se denuncian la mitad de los delitos
En Cataluña sólo se denuncian la mitad de los delitos que se cometen. Eso es lo que indica la encuesta de seguridad pública presentada ayer, en la que se recogen otros datos que sitúan la inseguridad ciudadana como el problema que más preocupa a los catalanes (14%), seguida de la inmigración (12,2%) y el paro (11,3%). La cifra es significativa si se tiene en cuenta, además, que se trata de una respuesta espontánea de los entrevistados, no inducida por los encuestadores. La Guardia Urbana es, con diferencia, el cuerpo policial al que los ciudadanos tienen más consideración.
La encuesta de 2002 sobre seguridad pública de Cataluña se realizó entre enero y marzo a una muestra de 18.679 personas. Es el primer sondeo que realizan el Departamento de Interior de la Generalitat, el Ayuntamiento de Barcelona y la Mancomunidad de Municipios del Área Metropolitana, ya que hasta ahora cada institución hacía su estudio. Una de las cifras más reveladoras es que sólo el 50,8% de los ciudadanos encuestados que han sido víctimas de un delito presentaron denuncia. La cifra es muy similar en la ciudad de Barcelona (50,3%) y algo superior en el área metropolitana (52,6%).
Los especialistas coinciden en que sólo se denuncian los delitos de cierta gravedad. 'La gente es sabia, y si ha sufrido un delito menor sabe que le causará muchas molestias denunciarlo y tiene pocas posibilidades de obtener una solución de la policía o de la justicia', asegura Àlex Bas, coautor de la encuesta. 'Existe una gran desproporción entre el coste social que la denuncia supone para una persona y la esperanza de que sirva para algo', corrobora un especialista en seguridad del Ayuntamiento de Barcelona. Con todo, la conciencia ciudadana ha aumentado, pues hace 10 años, sólo se denunciaba en Barcelona el 37% de los delitos, una cifra extrapolable a Cataluña.
El problema de las faltas
Por otra parte, la interpretación de esas cifras pone en tela de juicio las estadísticas policiales y el uso que se hace en ocasiones, pues que desciendan las denuncias no equivale, necesariamente, a que baje la delincuencia. Si la inmensa mayoría de los delitos que se denuncian son cuestiones menores, es acertado pensar que los que no se denuncian son, en su gran mayoría, faltas. La memoria de 2001 del juez decano de Barcelona indica que el delito más frecuente (104.029 diligencias) fueron los hurtos -sustracciones sin que haya fuerza-, seguidos de los robos (63.166 casos).
Joan Clos, alcalde de Barcelona, aseguró ayer en la presentación de la encuesta: 'El verdadero problema de la seguridad ciudadana son las faltas y la impunidad con la que actúan muchas veces los delincuentes reincidentes'.
La encuesta presentada ayer recoge cifras que en aparencia resultan contradictorias y es que disminuye el índice de victimización -el porcentaje de personas que han sufrido algún delito-, pero, en cambio, 'hay un progresivo deterioro de la percepción de seguridad ciudadana sobre los nieveles de seguridad', en palabras de los autores de la encuesta. El 12,7% de los entrevistados en el conjunto de Cataluña declararon que habían sufrido algún delito, frente al 14,9% del sondeo anterior. En el caso de Barcelona el descenso ha sido del 16,4% al 14,6%.
Por el contrario, los encuestados se sienten menos seguros que hace un año, tanto en su barrio como en su ciudad. En una escala de hasta ocho puntos sobre el nivel de seguridad ha habido un descenso de 7,1 a 6,2 en el barrio y del 6,9 al 6 en la población. Otro dato ilustrativo. Cae en picado la valoración de las políticas de seguridad de las instituciones. En esa misma escala de hasta ocho puntos, la Generalitat desciende de 6,3 a 5,3; los ayuntamientos de 6,1 a 5,3, y el Gobierno central de 5,2 a 4,6. Xavier Pomés, consejero de Interior de la Generalitat, aludió ayer a estos datos. 'No se trata de traspasar las responsabilidades a nadie, pero está claro que la encuesta refleja ciertos grados de preocupación por los que habrá que trabajar más y mejor'.
Otras cifras significativas son que cuando se solicita a los encuestados de manera abierta que ofrezcan una única respuesta sobre el problema principal que tiene la sociedad catalana, el 14% afirma que la inseguridad ciudadana, el 12,2% indica la inmigración, el 11,3%, el paro y las condiciones laborales, y el 8,9%, la falta de valores. Pero al mismo tiempo, cuando se les interroga para que opten entre libertad y seguridad, el 53,2% elige la primera opción y el 46,8% la segunda.
Los expertos admiten sin reparos que la percepción de inseguridad ciudadana es un dato subjetivo que depende de muchos factores, incluso a escala mundial, como el atentado del 11 de septiembre de 2001 en Nueva York. 'La idea de seguridad ciudadana que tiene la gente ha cambiado mucho y probablemente las instituciones no hemos sido sensibles a esa nueva percepción', aseguran fuentes del Ayuntamiento de Barcelona. Los viejos esquemas de asociar inseguridad a crisis están caducos, sostienen, porque en una época de crecimiento económico como la que se ha vivido, ha crecido la sensación de inseguridad.
Cuerpos policiales
La descoordinación que a veces evidencian los cuerpos policiales, el descenso en el número de agentes y otras cuestiones como el aumento de la inmigración tampoco son ajenas a esa percepción, afirman los especialistas. Resulta muy significativo un dato de la encuesta en el que se asegura que, en el conjunto de Cataluña, el cuerpo más considerado por la población es la Guardia Urbana (56,7%), cuando a estos agentes no les compete la lucha contra la delincuencia, seguido de los Mossos d'Esquadra (21,7%), que no están desplegados en las zonas más pobladas de Cataluña, y el Cuerpo Nacional de Policía (13,7%).
En la zona donde están desplegados los Mossos, la consideración de la población es del 64,8%, aunque en el último año han descendido ligeramente todos los indicadores sobre la confianza que generan en la población y el trato recibido.
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