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GENTE

MEDALLA ENTRE 'HERMANOS'

Un agente de policía de la comisaría de Ávila, al que no le gusta ni dar sus apellidos ni mostrar su rostro, fue el más aplaudido ayer en el acto oficial celebrado con motivo de la festividad del Cuerpo Nacional de Policía bajo la presidencia del ministro del Interior, Ángel Acebes. A pesar de querer pasar inadvertido, recibió una ovación. A Pedro Escribano, de 37 años, casado y con dos hijos, que donó el 60% de su hígado a un compañero, la orden al mérito policial con distintivo rojo no le supone tanto como 'poder ver a una persona aquí, ya que lo más probable -dijo- es que, si no le hubiera donado el hígado, a estas alturas no estaría aquí'. Con mucha humildad, cree que la medalla 'es algo superficial si se compara con la vida de una persona', mientras que su 'hermano' -así se consideran ambos- Francisco Javier Macías, de 45 años, receptor del hígado, no duda en asegurar que, 'gracias a él, estoy vivo', por eso la medalla 'no es suficiente para darle las gracias porque se merece mucho más y para mí es un hermano'. Ayer se cruzaron un fuerte abrazo cuando Macías le entregó la orden al mérito policial con distintivo rojo que para él había solicitado.

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