'Mi primera función es entretener, como la de un panadero es hacer buen pan'
Manu Chao está de vuelta y el mercado ya tiene un nuevo disco del líder de Radio Bemba. Se trata de un directo que recoge un concierto grabado en París hace un año y que se traduce en 74 minutos de música y 29 canciones que resumen la multitud de giras desde que vio la luz Próxima estación: Esperanza. El álbum incluye piezas nuevas, repertorio conocido de los dos discos en solitario de Manu Chao y clásicos de Mano Negra.
Ahora Manu Chao, establecido aún en Barcelona 'donde sigo estando muy bien a pesar de todos los pesares', ha decidido promocionar este álbum: 'Es como una instantánea de Radio Bemba, una banda que desde su formación ha evolucionado a mucha velocidad. Me apetecía tener un recuerdo digamos que de abuelo de esta época', asegura.
'Mi nuevo disco es como una instantánea de Radio Bemba, un recuerdo de abuelo'
El encuentro con el cantante tuvo lugar, como casi siempre, en el casco antiguo de Barcelona, en una peluquería senegalesa. Es el mundo de Manu Chao: 'El otro sigue cada vez peor, con Bush reduciendo el planeta en dos equipos: los que están con él y contra él. Es un simplismo aterrador que me ha convertido en su enemigo. Yo no me postulo como tal y ha sido él quien me ha puesto en el bando contrario a su política, ha sido él quien me ha posicionado. De hecho, esta postura sólo logra radicalizar a la gente, y eso es muy peligroso'. ¿Como en el País Vasco?, cabe preguntarle; 'Igual', responde veloz Manu, 'Aznar ha copiado los métodos de Bush, ha borrado los matices. Yo no estoy ni con él ni con ETA, y tengo derecho a dar mi opinión sin que eso me ponga en uno de los dos extremos. En fin, que el mundo está cada vez peor', concluye.
Si consideramos que él mismo define a su disco en directo 'como un disco para escuchar en tabernas, con amigos, bailando y tomándote una cervecita', se puede preguntar qué papel desempeña Manu en este mundo cada día más hostil. ¿Válvula de escape para sus fans? 'Mira', dispara, 'tengo muy claro que mi primera función es entretener, como la de un panadero es hacer buen pan. No tiene que poner balas en sus barras para protestar por la guerra; ha de hacer buen pan y luego, si quiere, poner un cartel contra lo que quiera en su establecimiento. Yo hago lo mismo. Primero intento hacer buena música y ésta es la que me ha brindado un micro para compartir mis dudas sobre la vida que vivimos'.
Su música suena ahora en directo, física y directa, un verdadero manotazo de energía: 'Es que los conciertos los concibo como algo físico, como una descarga de energía. Nunca he sabido hacer música de otra forma, y a mis músicos siempre les he pedido más empuje que precisión'. ¿Y que pasará dentro de 10 años, con 50 ya a las espaldas? 'No lo sé', dice, 'pero no creo que esté dando botes como un mono encima de un escenario. Igual estoy con mi guitarra en un local, tocando con tranquilidad. De todas formas eso de la edad es algo relativo. Hay viejos que me hacen sentirme viejo de tan apasionados como les veo. La pasión es vital, es lo que mueve las cosas, aunque no hay que olvidar que como decimos en Francia, la edad está en las arterias. De momento yo salgo al escenario como Luis Enrique al campo de fútbol'.
Manu parece estar en un momento dulce. Está sin compañía discográfica, sus planes no van más allá del 1 de noviembre, a finales de año sale un DVD con más material de sus recientes giras y se plantea el reto de editar un disco al año. ' Así cada nuevo disco no es saludado como algo extraordinario y mi trabajo se volverá algo más cotidiano. De esta forma incluso puede que me hagan menos críticas', ríe.
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