'El usuario es lo que más cuenta en un archivo'

Jesús Sobrón dice que los archivos son vistos como un almacén de papeles viejos que sólo interesan a quienes trabajan en la investigación. Desde el mes de mayo dirige el Archivo del Territorio Histórico de Álava con las miras dirigidas hacia una puesta al día del centro que permita acceder a la documentación que custodia a los ciudadanos y a la Administración.

Pregunta. ¿Qué queda por descubrir en el archivo?

Respuesta. Mucho.

P. Por ejemplo.

R. Tenemos bastante documentación sin tratar todavía y otra que está tratada a medias. La labor de descubrir le corresponde más al investigador; nuestra labor es dar la máxima información al investigador para que la interprete. Debemos ser el apoyo al usuario, y no sólo al investigador sino también a la Diputación. Debemos llevar el Archivo a todos los ciudadanos de Álava, desde el propio centro o desde su casa, y servir a las instituciones para que puedan tomar decisiones basándose en una información que a lo largo de la historia han ido generando. Debe dar servicio al administrado y a la Administración: estamos guardando, conservando y organizando la documentación que avala los derechos y deberes de los ciudadanos en su relación con la Administración. Tenemos que tener muy claras las normas archivísticas y también la legalidad. Y tenemos que proteger esos datos.

P. ¿Abrirse a un público más amplio que los investigadores?

R. Hay una imagen del archivo que se limita a ser un almacén de papeles viejos y que aquí sólo viene la gente curiosa con una formación determinada para hacer trabajos de investigación importantes. Es verdad, pero también puede venir el usuario. Y eso es lo que yo pretendo en esta etapa: poner toda esa información a disposición del usuario, del administrado y de la Administración, insisto.

P. ¿Cómo?

R. En este terreno tenemos una labor ingente porque el volumen de información que hoy genera una Administración es inmenso. Nos está creando auténticos problemas de espacio, que son importantes, pero sobre todo problemas de tratamiento de esa información a la hora de saber qué documento tenemos que expurgar, porque no podemos conservar todo. Tenemos que saber su valor jurídico, su valor administrativo, su valor informativo, su valor histórico, porque esta documentación va pasando de un archivo central a uno intermedio y a otro histórico, y no pasa todo. Hay que filtrar la información.

P. ¿Cómo se puede medir la riqueza de un archivo histórico?

R. Por el usuario.

P. ¿No pesa más el valor de los documentos antiguos?

R. Somos especialistas en valoración y tasación de documentos, pero eso es un valor económico, que hoy es uno y mañana otro. Eso es el mercado. Digo que el usuario es lo que más cuenta en un archivo porque esto no es una obra de arte que admiras; lo que guardamos son los derechos y la memoria histórica. Un documento, que puede ser en sí mismo una obra de arte de valor incalculable, guarda un contenido, lo que dice ese documento, que es lo realmente importante.

P. ¿El usuario potencial reconoce ese papel de los archivos?

R. No, no saben la labor que hacemos. Nuestros conocimientos tienen que ser muy amplios no sólo en las técnicas historiográficas, también tenemos que conocer legislación, las instituciones, las nuevas tecnologías de la información.

P. El Archivo es vecino de las facultades del campus de Álava de la UPV. ¿Cómo son sus relaciones con la Universidad?

R. Muy buenas. Desde el archivo se potencian con jornadas de estudio, becas. Quiero dinamizarlas y conseguir que en las becas vaya implícita la publicación de los resultados.

P. ¿Y con el resto de archivos?

R. Veo comunidades como Cataluña, Madrid, Castilla y León en las que entre los profesionales hay una sensibilidad de conjunción, de compartir experiencias y llegar a acuerdos. Mi experiencia me dice que en el País Vasco no existe este espíritu de colaboración. Se están haciendo cosas maravillosas en todos los archivos y hay una asociación profesional, pero mi sensación es que no tenemos una relación directa, ni una fuerza conjunta.

P. ¿Por qué cree que ocurre así?

R. No lo sé. Yo creo que igual pecamos de miedo, de pensar que no hacemos con suficiente capacidad las cosas y no nos atrevemos a exponerlo. Otras veces por exceso de celo, no queremos que nadie se meta en nuestra parcela. No hay unas relaciones para crear normas comunes o plantear a la Administración la interconexión o agilizar la transmisión de información.