Cinco familias, realojadas al quedar destruidas sus casas
Agentes de la Brigada de Policía Científica analizan desde el mediodía de ayer los restos de los pisos que quedaron calcinados por el fuego. El director de los bomberos de Madrid, Pedro Gallardo, no quiso pronunciarse ayer sobre el origen del siniestro, ya que el piso en el que se originaron las llamas (el tercero) quedó totalmente arrasado, lo que dificulta el análisis. Algunos vecinos señalaron que oyeron una explosión antes de que se propagara el fuego. La deflagración se produjo, supuestamente, por el cortocircuito en una aspiradora. El portero de la finca relató que una joven bajó desde el tercer piso para avisarle del fuego, por lo que el conserje subió a la planta con un extintor, pero no pudo entrar al piso debido a las llamas.
Otros vecinos fueron más allá en sus elucubraciones y añadieron que el origen del incendio fue un laboratorio ilegal de proceso de droga, que venía funcionando desde hacía varios años (algunos dijeron que hasta ocho) en el tercer piso. Fuentes de la Policía Municipal y de la Jefatura Superior de Policía tacharon esta hipótesis de 'extraña', ya que no les constaba ninguna denuncia sobre ese piso.
Los servicios sociales municipales se desplazaron al lugar y se encargaron de ofrecer alojamiento a los afectados que no tuvieran familiares o amigos cercanos. A última hora de ayer, cinco familias (18 personas) fueron realojadas en pensiones y hoteles de la zona de Fuencarral.
Los bomberos señalaron que el arreglo de las viviendas obligará a que sus inquilinos permanezcan varios meses fuera de sus casas, ya que el siniestro produjo grandes desperfectos en el bloque, sobre todo en su parte central. Bastantes pisos quedaron afectados por las alto poder calórico del fuego y otros más por la densa columna de humo. En el inmueble, situado en una de las zonas de clase media-alta de la capital, residen periodistas, modelos y futbolistas de renombre.
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