El pararrayos del dividendo
Endesa mantiene su retribución al accionista y venderá más inmuebles para tranquilizar a los mercados
Habrá dividendo y será idéntico al abonado el año pasado. Endesa, cuya cotización ha llegado a caer en los últimos días a niveles de 1996, ha decidido adelantar el anuncio del dividendo a cuenta de 2002 y anunciar la venta de inmuebles para tranquilizar a los mercados y como respuesta a las dudas de algunos analistas sobre la marcha del grupo. Aunque la eléctrica niega la mayor y hace gala de su prudencia contable, su elevada deuda, sus intereses en Latinoamérica, junto al menor crecimiento de la economía española y la incertidumbre sobre el nuevo marco tarifario, han sido terreno abonado para los rumores y para el subsiguierntete varapalo a sus títulos en las bolsas.
Las acciones del mayor grupo eléctrico español han perdido en lo que va de año más del 40% de su valor en Bolsa
Endesa desmiente el deterioro de sus resultados, asegura que no tiene problemas de liquidez y que está reduciendo la deuda
Endesa padece el síndrome de la mujer del César. Aunque marcha razonablemente bien según sus gestores, el precio de sus acciones ha caído en el lo que va de año un 41% y ha hecho que el valor de la compañía en Bolsa, además de situarse muy por debajo del valor real de sus activos, sea menos de la mitad del importe de su deuda. La caída de su cotización, especiamente intensa en los últimos días, ha disparado todas las alertas. Sus directivos se han puesto la ropa de faena y llevan quince días saliendo a la palestra, con declaraciones, contactos informativos con analistas y comunicaciones a la CNMV, tratando de convencer a inversores y acreedores de la solidez financiera del grupo, del cumpliento de las previsiones de crecimiento en los resultados y en la ejecución de los planes anunciados de venta de activos no estratégicos y de reducción de la deuda.
El quebranto sufrido por las acciones de la eléctrica presidida por Manuel Pizarro en las últimas semanas responde, al margen de las caídas generalizadas de las bolsas, a la difusión de algunos informes de analistas que recogen en sus estimaciones un recorte significativo de los resultados del grupo para el segundo semestre, debido al deterioro del negocio y a la ausencia de grandes plusvalías en el periodo como las contabilizadas en la primera mitad del año por la venta de Viesgo. Una situación que, a juicio de estos analistas, podría llevar a un recorte en los dividendos a repartir y en la calificación de su deuda.
Endesa salió al paso de estas explosivas afirmaciones el día 20, a través de un comunicado remitido a la CNMV, en el que tras recordar sus resultados del primer semestre (beneficio neto consolidado de 837 millones de euros y reducción del endeudamiento en 1.573 millones) y adelantar que espera un positivo impacto en sus cuentas del nuevo marco tarifario que se está acabando de perfilar, se comprometía a mantener el pay-out (porcentaje del beneficio destinado a retribuir al accionista) y negaba cualquier problema de liquidez (2.500 millones en líneas de crédito sin disponer y un cash flow generado de 1.595 millones en el primer semestre).
Con esta situación, y teniendo en cuenta además los criterios conservadores aplicados en la contabilidad (la eléctrica no va a incluir los denominados déficit tarifario y extrapenincular, que rondarán en conjunto los 700 o 750 millones de euros este año, hasta que se apruebe el decreto sobre nuevas tarifas a finales de ejercicio), 'no vemos ninguna razón para realizar ampliaciones de capital o precipitar la ejecución de nuestro programa de desinversiones para hacer caja', señalan fuentes de Endesa.
La eléctrica asegura que tampoco tiene previsto realizar saneamientos adicionales por la crisis de Latinoamérica, tras los ajustes trimestrales que ha venido realizando del valor de las inversiones en función de la depreciación de las monedas (el saneamiento acumulado por estas inversiones asciende a 2.700 millones).
La idea es que estas empresas se autofinancien, dicen en Endesa, 'y no vemos ningún problema para que hagan frente a sus deudas'. Su resultado operativo está siendo positivo, 'en Chile vamos como una moto', aseguran. 'En Argentina hemos provisionado ya el 100% de la inversión, y en Brasil el impacto de la devaluación del real es muy limitado' (el 55% de la deuda de esas filiales está en moneda local y el resto financia a una compañía cuyos ingresos están ligados al dólar). Rafael Miranda, el consejero delegado de Endesa, ha desmentido en Reuters que Enersis o Endesa Chile tengan problemas de liquidez ('Enersis puede realizar a corto plazo ventas de activos por 600 millones de dólares que, con su deuda asociada, supondría una reducción adicional del endeudamiento de 1.000 millones de euros'). Además, Miranda admitió la disposición de Endesa a capitalizar el credito que tiene concedido a Enersis por 1.440 millones de euros, 'lo que permitiría una mejora de su situación patrimonial'.
Para reforzar con hechos y decisiones estas afirmaciones sobre la marcha del grupo, el consejo de Endesa aprobó el martes, anticipando la decisión en un mes respecto al año anterior, el dividendo a cuenta de 2002 (0,264 euros brutos por acción a pagar el 2 de enero) que coincide en su cuantía al abonado por los beneficios de 2001. Y un día después, como confirmación de la ejecución de su política de desinversiones, ha anunciado que ha encargado la venta de su nueva sede y de otros inmuebles al banco Credit Suisse Firts Boston. Una operación, que según algunos analistas, puede reportar a Endesa unos 500 millones de euros.
Desinversiones en cartera
Viendo lo que se le venía encima, tras el fracaso de su fusión con Iberdrola y con la crisis galopando en América Latina y en las telecomunicaciones, Endesa cerró hace meses su etapa de expansión y diversificación y decidió concentrar sus esfuerzos en consolidar sus negocios y mercados estratégicos y en reducir y abaratar su deuda. Una de las claves para llevar adelante esta política son las desinversiones en activos no estratégicos, cifradas en un objetivo de 6.000 millones de euros para el periodo 2002-2006.La eléctrica, que ya ha ingresado 2.000 millones por la venta de Viesgo y de alguna compañía de aguas, y ha decidido el cese de actividades en la deficitaria Via Plus, tiene participaciones susceptibles de enajenar en Auna, Repsol YPF y en Aguas de Barcelona. Ha vendido ya inmuebles por 193 millones, con una plusvalía del 70%, y acaba de poner en venta su nueva sede, que ocupará en régimen de alquiler, y otros edificios, en una operación que puede alcanzar los 500 millones.Dispone también, entre otros activos, de una red de alta tensión que, si decide ponerla a la venta como ha hecho Iberdrola y a los precios acordados en esta operación, le reportaría 900 millones de euros.
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