India asegura que tiene 'todas las opciones abiertas' contra Pakistán

Las vecinas y rivales India y Pakistán se acusaron ayer mutuamente de estar detrás de los atentados contra una ONG cristiana en Karachi (sur de Pakistán) y contra un templo hindú en Gujarat (al este de India), ambos ataques perpetrados esta semana.

El Gobierno indio manifestó ayer que la presión ejercida por Estados Unidos sobre Islamabad para acabar con el apoyo a los militantes islámicos, no parecía estar funcionando y que, por tanto, mantenía 'todas las opciones abiertas' contra Pakistán, su rival nuclear, con el que mantiene enfrentamientos armados por la disputada región de Cachemira. Esta declaración se produjo después de que miles de radicales hindús llevaran a cabo protestas por el atentado a un templo hindú el pasado martes, en el que 28 personas murieron a manos de pistoleros musulmanes en Gujarat.

'En el pasado, Pakistán ha estado involucrado en este tipo de ataques, y en este ataque hay elementos muy similares a otros anteriores', indicó el portavoz del Ministerio de Exteriores indio, Nirupama Rao. Islamabad, que ha condenado el ataque al templo hindú, considera ridículas e irreponsables las acusaciones indias.

Por su parte, la policía paquistaní aseguró ayer que la agencia de inteligencia india (RAW) podría estar detrás de la muerte de siete trabajadores de la organización cristiana Instituto para la Paz y la Justicia, durante un ataque el pasado miércoles en Karachi. 'Hay algunos indicios de que una mano extranjera está involucrada en el incidente de ayer, y cuando digo extranjera me refiero a la RAW', declaró el jefe de la policía, Syed Kamal Shah, quien aseguró que no habían encontrado evidencias de que el atentado hubiera sido llevado a cabo por militantes islámicos.