El reino alauí denuncia una nueva violación de su espacio aéreo
Las autoridades marroquíes denunciaron ayer una nueva violación de su espacio aéreo por España y esgrimieron así una justificación adicional para su abrupta cancelación de la reunión que debían haber celebrado, ayer en Madrid, los jefes de la diplomacia de ambos países, Mohamed Benaissa y Ana Palacio. El Ministerio de Exteriores de Rabat publicó un segundo comunicado en el que esta vez protesta por el sobrevuelo, por un aparato Cessna de la Armada, del islote de Perejil y de la zona continental de Ued el Mersa.
'Las autoridades marroquíes', reza el comunicado, 'se preguntan con preocupación sobre los objetivos perseguidos por el Ejército español con la multiplicación probada de actos de violación, frecuentes y renovados, del espacio nacional marroquí, cuando ambos países se disponían a abrir un diálogo franco y sereno sobre el conjunto de sus relaciones bilaterales'. 'Por su naturaleza inamistosa y unilateral, tales actos ilegales no favorecen el establecimiento del diálogo deseado (...)'.
La víspera Benaissa había cancelado la cita de Madrid para manifestar su descontento por el supuesto aterrizaje de un helicóptero militar español en el islote. Lo hizo apresuradamente, sin utilizar los cauces habituales en diplomacia, convocando al encargado de negocios español en Rabat. Llamó directamente a su homóloga española, calificó de 'inaceptable' lo sucedido y le comunicó su decisión de suspender su encuentro sin escuchar su versión.
Poco después, el domingo por la noche, la agencia de prensa oficial (MAP) difundía un comunicado del ministerio de Exteriores marroquí 'lamentando' el incidente provocado por España que 'contradice claramente el espíritu y la letra del acuerdo alcanzado entre ambos países en julio' gracias a la mediación de EE UU.
Cambio en ocho horas
Pero ocho horas antes de cancelar la reunión Benaissa había recalcacado, en una declaración a la MAP, la voluntad de Marruecos de sanear su relación con España y ahondar el diálogo. ¿Qué sucedió para que se produjese tal cambio? Lo único claro es que la iniciativa la tomó Mohamed VI porque es el rey quién lleva la política exterior marroquí. Por lo demás, las especulaciones abundan, incluso entre los altos funcionarios marroquíes, aunque todos insisten primero en reprochar a España su puntillosa vigilancia militar del islote convertido en julio en tierra de nadie. 'Es atosigante su presencia', afirma un diplomático marroquí.
La explicación más frecuente del por qué de la cancelación es que las autoridades marroquíes llegaron a la conclusión de que no iban a sacar suficientes réditos de las conversaciones de Madrid en las que deseaban poner sobre el tapete la 'ocupación' de Ceuta y Melilla, a lo que sus anfitriones españoles se negaban. Rabat se resistía, en cambio, a anunciar la reincorporación de los embajadores a sus puestos, en lo que sí hacía hincapié la diplomacia española.
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