Alarma en el Segrià y el Berguedà por la quiebra de Mitasa

La presentación de un expediente de quiebra por parte de la empresa Mitasa ha sembrado la inquietud en las comarcas del Segrià y el Berguedà, donde hasta ahora la textil mantiene sus plantas de Alfarràs y Castellar de N'Hug, a pesar del mensaje tranquilizador lanzado el pasado sábado por el presidente de la Generalitat, Jordi Pujol, en su visita a la zona, y a pesar de que, según los sindicatos, los propietarios de la empresa no han hablado abiertamente de cerrar la centenaria factoría de Alfarràs.

En esta última planta de hilaturas trabajan 80 personas, mientras que la de Castellar de N'Hug emplea a un centenar largo de personas. La media de edad de los trabajadores supera los 40 años y la mayoría tiene contrato fijo, según fuentes sindicales.

Esta semana, el comité de empresa tiene previsto reunirse con la dirección para conocer los planes de la empresa ante lo que se perfila como el cierre inminente de los planes de una empresa en cuya larga historia figura ya una suspensión de pagos, hace seis años.

Su posterior reflote no ha impedido que el grupo textil se haya visto arrasado por las importaciones procedentes de India, Paquistán, Turquía o los países del Magreb, que sufren todos los grupos catalanes del sector.

En su visita al Berguedà, el presidente Jordi Pujol prometió hace dos días 'un gran esfuerzo' por parte de su Gobierno para intentar salvar Mitasa, a la que la Generalitat concedió en el pasado 12 millones de euros de ayuda. Sin embargo, Pujol eludió comprometerse a salvar la empresa, 'porque depende de otros factores'.