Intrusos en Windows
Microsoft incluye programas de la competencia en su 'software'
El acuerdo que firmaron el Departamento de Justicia y Microsoft obligaba a la compañía a encontrar una manera para que los usuarios de Windows pudieran utilizar programas de compañías competidoras y prescindir de los de Microsoft. El Gobierno intentó, incluso, que esa posibilidad estuviera accesible desde el escritorio del PC, esa pantalla base donde el usuario controla, mediante iconos, los programas que utiliza. La idea era impedir que el caso que había provocado este proceso volviera a repetirse. Microsoft integró uno de sus programas, su navegador Explorer, en su sistema operativo Windows, hiriendo de muerte a su competidor Netscape, ya que Windows es el software que utiliza la mayoría de los usuarios de PC.
Los competidores de la compañía denuncian que estas medidas no suponen un aumento de la competencia real
Casi coincidiendo con el primer aniversario de este pacto, el pasado agosto, Microsoft anunció al mundo que estaba cumpliendo con los preceptos del acuerdo. Entre las medidas que hizo públicas se incluye una actualización del sistema operativo Windows XP que permite a los usuarios prescindir de los programas de Microsoft para instalar los de la competencia, aunque sólo en cinco áreas: el navegador de Internet, el correo electrónico, la mensajería instantánea, el reproductor de música digital y la versión de Microsoft de Java Virtual Machine. Microsoft realiza con mucha frecuencia actualizaciones de su software, pero destinadas a añadir características o arreglar agujeros de seguridad. Service Pack 1, que es el nombre de esta actualización, es muy especial porque debería servir para modificar el sistema operativo de Microsoft y, también, sus prácticas de negocio.
A grandes rasgos, cuando un usuario se instala este programa y abre el menú Inicio en su ordenador, observa una opción para añadir o quitar programas, y tres posibilidades: dejar los instalados por Microsoft, no tener nada de Microsoft o personalizar.
Pero ProComp, una asociación de empresas donde participan dos de los mayores competidores de Microsoft (AOL y Sun Microsystems), ha enviado esta semana una carta al Departamento de Justicia denunciando que, 'desafortunadamente', Microsoft no 'ha hecho ni siquiera un intento de buena fe' por cumplir el pacto.
Dice ProComp que, para empezar, Windows sigue incluyendo todos los programas de Microsoft, lo que ofrece escasas posibilidades para la competencia porque instalar otros presupone un conocimiento por parte del usuario que no es común o un esfuerzo -primero, reflexionar sobre la necesidad del cambio y, después, realizarlo- que no todos están dispuestos a hacer. Además, la asociación denuncia que la descarga del programa puede durar hasta cinco horas, y si el usuario prefiere instalarse el programa con un CD, éste cuesta 9,95 dólares. Microsoft 'cobra a los usuarios por el priviliegio de usar un programa legal', dice la carta.
La multinacional del software asegura que 'lamenta' que en el desarrollo del Service Pack 1, en el que han participado programadores y fabricantes de PC, no hayan colaborado las compañías de ProComp. Fuentes de Microsoft Ibérica aclaran, además, que el CD de actualización es gratuito, aunque sí se cobran los gastos de envío, y explican que la compañía va a repartir unos 150.000 CD en España con algunas revistas técnicas.
Mientras las compañías siguen apretando las tuercas de este caso, todos las miradas están fijas en la juez Kollar-Kotelly, que está a punto de decidir si acepta el pacto que incluye todas estas medidas. Aunque no se conoce la fecha concreta, es una decisión vital para la marcha de un caso que dura ya cuatro años.
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