Entre Sant Pau y el Clínico
Barcelonés, hijo y nieto de barceloneses, Valentí Fuster nació el 20 de enero de 1943, estudió en los Jesuitas de Sarrià y se doctoró en Medicina en 1967. Fue interno durante dos años en el Clínico de Barcelona, antes de trasladarse a Estados Unidos, donde es director del Instituto de Cardiología del hospital Monte Sinaí, en Nueva York.
Ayer recordó su raíces. Evocó que su abuelo materno, Valentí Carulla, fue rector de la Universidad de Barcelona entre 1913 y 1923, y responsable de la puesta en marcha del hospital Clínico en la calle de Casanova. Otro pariente suyo, Bartomeu Robert, fue alcalde de Barcelona en 1899 y, entre otras decisiones, tomó la de encargar al arquitecto Domènech i Montaner la construcción del hospital de Sant Pau.
Fue en este hospital donde ejerció la medicina su padre, Joaquim Fuster, que se dedicó a la psiquiatría y dirigió este servicio en el centro entre 1960 y 1971.
'Y, con todo', añadió, 'creo que la raíz más profunda que tengo en Barcelona es mi madre, Pilar Carulla, que, a punto de cumplir 100 años, está hoy presente en este acto tan entreñable que le dedico de todo corazón'.
En Estados Unidos ha tratado a algunos españoles famosos, como el cantante Carlos Cano o el escritor y economista José Luis Sampedro.
Fuster está casado y tiene dos hijos, ambos nacidos en Rochester (Minnesota), donde ejerció como profesor de Medicina a su llegada a Estados Unidos.
Sus investigaciones le han valido diversos premios, como el Príncipe de Asturias, el Miguel Servet de investigaciones cardiovasculares y el de la Fundación Jiménez Díaz por sus trabajos sobre las enfermedades coronarias. Es catedrático honoris causa de la Universidad Autónoma de Barcelona y tiene la Encomienda de la Orden de Isabel la Católica.
