El PP defiende una ley de ordenación sanitaria que la oposición tacha de 'contrarreforma' privatizadora

El proyecto de ley de ordenación sanitaria presentado por el Consell del PP seguirá adelante en las Cortes Valencianas, donde el Grupo Popular rechazó ayer las tres enmiendas a la totalidad presentadas por los grupos de la oposición. El debate de las tres enmiendas puso de relieve la diferente concepción de la sanidad que tienen los populares, por un lado, y las formaciones de la oposición, por otro. Mientras el PP, con el consejero del ramo, Serafín Castellano, a la cabeza, defendió que la ley permitirá impulsar un modelo sanitario 'moderno, de calidad y de futuro al servicio de los ciudadanos', los portavoces de la oposición consideraron que estamos ante una 'contrarreforma' que 'desmantela' un servicio público esencial y que 'cierra el círculo de la política privatizadora de la sanidad' desarrollada por el PP en los últimos siete años.

Castellano aseguró que el proyecto de ley 'consolida los principios de universalidad, equidad, gratuidad o calidad del sistema', al tiempo que 'avanza responsablemente' en nuevas fórmulas de gestión al apostar por la 'complementariedad' entre la gestión privada y la gestión directa, un sistema ya ensayado en el hospital de Alzira y en el concierto de resonancias magnéticas, que el consejero calificó como un 'acierto'. Castellano afirmó que abandonar ese sistema que, según aseguró, goza de 'un alto grado de satisfacción entre los pacientes', sería una 'involución'.

Pero el diagnóstico de los grupos de la oposición fue bien diferente. La socialista María José Mendoza aseguró que el proyecto 'representa un riesgo para la solidez del sistema público de salud' y que el PP hace un 'discurso falaz de apoyo y defensa del sistema público' cuando, en realidad, lo ha venido sometiendo a un deterioro progresivo y lo ha 'vendido al peor postor'. El proyecto sólo persigue el beneficio económico, aseguró Mendoza. Un aspecto en el que también incidió Àngela Llinares, de EU, al señalar que el PP pretende implantar un modelo basado en el 'negocio con los problemas de la salud'. Joan Francesc Peris, del Grupo Mixto, aseguró que con esta ley el PP introducirá un 'desorden social injusto' que 'quebrará el sistema'.