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Entrevista:Gil Shwed | Fundador de Check Point | SEGURIDAD EMPRESARIAL

'Los cortafuegos se extienden a los entornos inalámbricos'

La economía relacionada con Internet está en horas bajas pero el tráfico de datos y de voz crece: surgen nuevos riesgos y se multiplican los ya conocidos. Las compañías que dan seguridad a las redes son islas optimistas en el mar de la crisis económica. Por ejemplo: Check Point, en continuo crecimiento desde 1993, cuando su fundador, Gil Shwed, metió su software en una caja y se lanzó a conquistar el mundo.

Su estrategia funcionó. En menos de una década, ya es el principal fabricante de cortafuegos, un producto que protege el acceso a los sistemas de información; y redes privadas virtuales (VPN), el software que encripta los datos que viajan por las redes. Check Point acapara el 60% de las ventas, según IDC.

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Shwed, un israelí de 34 años, todavía dirige la compañía. Hoy cuenta con 1.500 empleados. La mayoría en Israel, donde están sus laboratorios; también en Estados Unidos, donde está su central de ventas. En 2001, consiguió unos beneficios de 527,6 millones de dólares, frente a los 425,3 millones del año anterior.

Algunos analistas sospechan que la hazaña de jibarizar a adversarios de la talla de Computer Associates, Novell o Microsoft, se debe a la importancia que Israel concede a su industria de la seguridad. Shwed lo duda. Él cree que lo importante es que sus productos soportan día a día y con éxito 250.000 webs. 'El éxito es habernos volcado en crear una tecnología que lo consiga'.

Un panorama complicado

Con el tiempo se verá si el esfuerzo tecnológico basta para mantenerse a la cabeza de un mercado estratégico muy competitivo. Las multinacionales del software están empeñadas en desempeñar un papel más decisivo, ya sea con su tecnología o a través de alianzas con terceros. El panorama se complicará, según los expertos, por la convergencia de cortafuegos, antivirus, detección de intrusiones... Esta tendencia, que trata de superar el actual rompecabezas de herramientas y fabricantes, podría primar a actores bien implantados. Como IBM: ha abandonado su propia tecnología para vender la de terceros.

Shwed asegura que su compañía aguantará el tirón: en el mundo de la seguridad, estar en primera línea de investigación y desarrollo es un requisito decisivo. 'Los suministradores de productos de terceros fabricantes nunca alcanzarán nuestra capacidad y velocidad de respuesta: no son una amenaza real'. Además, ahí está Opsec, un estándar de facto con el que Check Point certifica la compatibilidad de las herramientas de seguridad de más 300 fabricantes. 'Liderar el estándar de interoperabilidad nos coloca en una excelente posición para ofrecer tecnología integrada en un producto'.

Check Point se ha puesto manos a la obra con Smart Defense, un cortafuegos para descubrir intrusiones y detectores de servicio. La compañía también amplía su familia de productos Next Generation, integrados en su producto estrella, la plataforma Firewall-1/VPN. También prepara la expansión de sus cortafuegos y VPN a las pymes, teletrabajadores e internautas, que usan redes ADSL y cable, entornos poco protegidos, sin olvidar a las redes inalámbricas, un sector representará el 30% del mercado. De momento, la versión personal VPN-1 SecureClient, permite a los dueños de portátiles Windows y Pocket PC, encriptar datos para garantizar su privacidad al acceder a la empresa. En unos meses aparecerá para Palm OS y teléfonos de Nokia.

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