Una asociación de Córdoba reclama la creación del Defensor del Mayor
Los pensionistas piden atención para sus necesidades específicas
La asociación de pensionistas de Córdoba Senada, que cuenta con más de 300 socios, reclama que se cree la figura del Defensor del Mayor. Éste ejercería su labor a escala estatal y se ocuparía de hacer valer los derechos de los ancianos en cuestiones sanitarias, asistenciales, socioeconómicas y legales. La idea surge en una provincia en la que el 14,5% de la población tiene más de 65 años.
Según explicó Salvador Alba, presidente de Senada, las personas ancianas forman un colectivo extremadamente vulnerable, 'y hace falta que alguien se dedique de forma específica a defenderles de todo tipo de abuso'.
El Defensor del Mayor, señaló, recibiría las denuncias de los ciudadanos, 'que muchas veces no saben a dónde acudir', y se encargaría de reorientarlas hacia las administraciones u organismos competentes. Debería tener 'total independencia de actuación', pero a la vez sería preciso que se coordinase con otras instituciones que trabajan en el mismo campo, como, por ejemplo, los servicios sociales y el Defensor del Pueblo.
Su ámbito de actuación, necesariamente amplio, abarcaría desde la jubilación y las pensiones, los seguros de vida, la salud y los servicios sociales, hasta las garantías de habitabilidad de las viviendas y la eliminación de barreras arquitectónicas. El Defensor del Mayor debería ocuparse también, añade Alba, de cuestiones controvertidas como el testamento vital, el consentimiento informado en pacientes geriátricos, la tutela en casos de incapacidad mental, la prevención de los malos tratos y la atención a las víctimas...
'Las personas de más de 65 años son más proclives a sufrir diversos tipos de malos tratos', afirmó Alba, que puso como ejemplo los casos de abandono de ancianos que, según cuenta, se registraron en Córdoba durante el pasado verano. 'A pesar de que la Junta creó 34 plazas más en residencias de la tercera edad para el período estival, el hecho es que muchos mayores quedaron desasistidos, dependiendo de la caridad de los vecinos o de las ONG. Sólo Cáritas Córdoba atendió a 74 de ellos este verano. Y una plaza en una residencia privada cuesta unos 1.200 euros mensuales, cosa que no está al alcance de la mayoría, y menos si hablamos de pensionistas', concluyó.
La idea de instaurar el Defensor del Mayor, advirtió Alba, tiene un sentido especial en Córdoba, donde la proporción de población mayor de 65 años está en torno al 14,5%. En 2000, de los casi 770.000 habitantes de la provincia, unos 117.000 eran ancianos, y casi 24.000 habían cumplido los 80 años. En el último censo, señala el presidente de Senada, el 16% de los hogares cordobeses estaban compuestos exclusivamente por personas de más de 65 años (en el 3% de los casos se trataba de ancianos de más de 80), y cerca de la mitad correspondían a mayores que vivían solos.
Las proyecciones estadísticas señalan que el número de ancianos seguirá creciendo respecto al total de la población. 'En 2005', asegura Alba, '81.000 cordobeses tendrán cierta dependencia en algunas actividades de su vida diaria, y 37.000 serán completamente dependientes'.
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