El otro campo de batalla del 11-S

El fútbol (Roma-Real Madrid) venció el año pasado en los audímetros al mayor acontecimiento informativo captado por la televisión: los ataques terroristas contra las Torres Gemelas de Nueva York y el Pentágono. Un año después, el fútbol ha sido nuevamente un serio rival al gigantesco despliegue de las televisiones españolas para cubrir el primer aniversario del 11-S. Ejemplos: el 30,2% de los madrileños optó por ver el partido de Copa entre el Real Madrid y el San Sebastián de los Reyes en Telemadrid. En la Comunidad Valenciana, Canal 9 arrasó con el Novelda-Barcelona (32,7%) y con el Gimnàstic-Valencia (27,9%). TV-3 conquistó al 44,2% del público catalán con el partido del equipo culé.

Los especiales informativos de Tele 5, TVE y Antena 3 registraron el miércoles pasado peores cuotas que las autonómicas pese al esfuerzo realizado. El triunfo en el horario estelar se inclinó del lado de Tele 5, que logró 3.049.000 espectadores (25,9% de la audiencia). El segundo puesto fue para TVE, con 2.433.000 (18,2%), y en tercera posición se situó Antena 3, con 1.392.000 (10,6%).

'Las audiencias demuestran que el público estaba saturado', observa Alfredo Urdaci, director de informativos de TVE. 'La demanda no acompañó a la oferta, y muchos espectadores se pasaron a las autonómicas o a la película de La 2'. Javier Algarra, su homólogo en Antena 3, opina que 'quizá' el público español estaba cansado con el aluvión informativo, pero justifica el despliegue de su empresa: 'Antena 3 tenía la obligación de reflejar el acontecimiento, a pesar del riesgo. Si queremos convertirnos en una cadena de referencia informativa, tenemos que estar en primera línea de la noticia'.

También para Juan Pedro Valentín, responsable de informativos de Tele 5, el espectador ha llegado saturado al 11- S, una fecha sobre la que existe 'mucho material filmado y emitido'. De hecho, el reportaje de la cadena estadounidense HBO que Tele 5 emitió esa noche estaba montado sobre una selección de las grabaciones realizadas por 116 neoyorquinos y 16 cadenas de televisión. Todos hicieron un fondo común para realizar un montaje 'espectacular y único'.

Tan espectacular como el reportaje grabado por los hermanos Naudet en el interior de las torres. 'Nos enteramos semanas antes del 11 de marzo, seis meses después del suceso, de la existencia del reportaje. Antes de que se empezaran a comercializar los derechos lo buscamos hasta debajo de las piedras. Machacamos a la gente que iba a sacarlo a la venta. Insistimos hasta que nos dieron un precio. Vimos que era asequible, muy barato para los precios de televisión y para lo que era el material'. El documental es 'una película en sí mismo', subraya Valentín. 'Sabíamos que no habría ningún material informativo mejor. No es proamericano, ni revanchista, ni sensiblero. Es humano, directo, conciso y muy medido. Una joya del periodismo'.

Los tres directivos coinciden en destacar el reto que suponía cubrir el aniversario. Urdaci planificó la cobertura con dos meses de antelación con el desplazamiento a Nueva York de tres equipos. 'Queríamos material propio. Buscamos un grupo de hispanos que contaran sus vivencias sin necesidad de traducciones simultáneas'. De este rastreo surgieron 14 voces que reconstruyeron el fatídico 11-S. Destaca Urdaci las declaraciones de una pareja de ascensoristas que trabajaban en los dos rascacielos de World Trade Center. 'Teníamos la sensación de que quedaban pocas cosas nuevas que contar y optamos por los testimonios'.

Tres meses invirtió Algarra en preparar un operativo en el que participaron 40 profesionales y al que se adhirió el consejero delegado, Ernesto Sáenz de Buruaga, quien presentó el especial junto a Jesús Hermida y Matías Prats. Para Algarra, mantener la programación habitual, con la serie Un paso adelante, habría proporcionado a la cadena una buena audiencia. 'Ese día era necesario romper la rutina. Le propuse al consejero delegado un modelo informativo que aceptó; aunque también sé que algunas personas pueden revolverse en sus asientos por lo que supone un riesgo económico y de audiencias'.

Midiendo la economía de medios, Valentín resalta que 'tan periodístico es hacer un programa de producción propia como saber no hacerlo cuando sabes que no vas a aportar gran cosa'.