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Las compañías frenan su salida a Wall Street

Los mercados norteamericanos han conocido, sin embargo, más ampliaciones de capital

Las empresas de Estados Unidos siguen encontrando en los mercados de acciones su lugar habitual para financiarse. Una cultura bursátil centenaria y un comportamiento de sus bolsas mejor que el de las europeas ha permitido un crecimiento en las ampliaciones de capital en Wall Street. Eso sí, las salidas a Bolsa se han frenado, aunque no mucho: 56 en 2001 y 53 este año.

Las empresas estadounidenses han solicitado este año menos dinero a través de renta fija que en el ejercicio anterior
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En busca de dinero fuera de la Bolsa

Son una realidad muy distinta a la europea. Miles de empresas industriales cotizan en la Bolsa de Nueva York (NYSE) y en el mercado Nasdaq estadounidenses, y es la renta variable su forma habitual de financiación. Además, por ejemplo, el índice Dow Jones ha caído casi la mitad respecto a la pérdida sufrida por las plazas europeas en el último año. Esta menor caída alienta a los empresarios a vender sus títulos a unos precios más atractivos que si lo hicieran en Europa. También, existe una industria de asesoramiento empresarial muy poderosa que no puede dejar escapar un cliente.

Pese al mal momento del mercado y a los escándalos financieros protagonizados por firmas como Enron o WorldCom, los volúmenes de dinero solicitado al mercado de acciones hasta agosto no han experimentado los bruscos descensos conocidos en Europa en comparación con los ocho primeros meses de 2001.

En cuanto a las salidas a Bolsa en Estados Unidos, se han realizado 53 operaciones, según datos facilitados por Merrill Lynch, frente a las 56 de idéntico periodo del año anterior. Eso sí, el volumen ha caído en 7.000 millones de dólares en este ejercicio donde la demanda de dinero a los inversores se elevó hasta los 16.787 millones de dólares. Estas cifras, eso sí, quedan lejos de los años alcistas de creación de la 'burbuja tecnológica' donde compañías de Internet o de la llamada 'nueva economía' salían al mercado con un cortísimo historial por detrás.

Lista de espera

En este año fue julio el más activo con salidas al mercado por valor de 5.732 millones de euros y en el conjunto de los últimos 12 meses sólo se produjo un parón en septiembre del pasado año por los atentados terroristas que pusieron freno a estas operaciones. Sin embargo, ya en octubre las OPV movieron 3.939 millones de dólares.

Pero, además, aquí las operaciones no paran ni se posponen sin fecha concreta. Liposciencie, Intra Asia, Atlantic Liberty. Forsyth Capital Morgage, Platinum Underwriters, Snapshot o Natural Gas ya están en la lista que este mismo mes de septiembre comenzarán a negociarse en el mercado de valores tecnológicos Nasdaq.

Si en el apartado de las OPV se ha producido un descenso, éste no se ha visto en las ampliaciones de capital donde las empresas se han mostrado muy activas. De enero a agosto de este año, la demanda de dinero a los mercados estadounidenses han sumado 38.320 millones de dólares, una cifra muy similar a la obtenida en igual periodo del año anterior: 36.507 millones. Ha habido, pues, un ligero incremento que indica la continuidad de la empresa en la búsqueda de recursos.

Ahora bien, las grandes cifras se mueven en los mercados de renta fija que es un abanico empresarial más amplio. En este importante apartado sí que se ha producido una menor demanda de fondos por parte de las empresas que los expertos atribuyen a la atonía de la economía que permite prescindir de recursos financieros.

En los ocho primeros meses del año, las emisiones de renta fija se han elevado a 829.713 millones de dólares, frente a los 1,01 billones de dólares de igual periodo del pasado año. Unas cifras que obedecen también a la fuerte refinanciación de muchas actividades y en donde cada vez están ganando más peso los productos a muy corto plazo como los pagarés de empresa.

Nadie quiere casarse

Los bancos de inversión lo están pasando realmente mal. Sus principales clientes, las empresas, han lentificado su actividad en los mercados financieros. Una situación que, además, ha tirado por los suelos los costes de algunas operaciones. No hay más que ver lo que se estaba dispuesto a pagar en las privatizaciones de finales de los noventa, y las rebajas que esos mismos Estados aplicaban a sus colocadores, aseguradores y directores. La competencia es muy grande y las empresas se encuentran con la posibilidad de apretar a sus asesores.

Uno de los segmentos de actividad que más está cayendo es el de fusiones y adquisiciones de empresas. Según datos facilitados por consultoras a lo largo del pasado año, este tipo de operaciones cayó justamente a la mitad en relación a 2000. Las empresas no sienten ese deseo de atracción que se produce en épocas de bonanza y prefieren esperar a que la demanda de sus productos se fortalezca para acometer compras de competidores.

En las estimaciones del primer semestre del presente ejercicio, las cosas no mejoran. Después del bajón de 2001, el mercado de fusiones y adquisiciones ha caído a niveles de 1996 y experimenta un descenso del 40% respecto al ejercicio precedente.

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