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Un pastor de 71 años muere apaleado en Villa de Vallecas

El caso de Atienza eleva a 47 los homicidios en la región en 2002

F. Javier Barroso

Pedro Florencio Atienza Serrano, un pastor de 71 años, fue encontrado muerto el mediodía del pasado lunes tras recibir una brutal paliza en un descampado de Villa de Vallecas, cerca de la Cañada Real Galiana. La víctima, que a pesar de su edad todavía dirigía un rebaño, presentaba múltiples heridas, según fuentes de la investigación.

La comisaría de Villa de Vallecas recibió sobre las doce de la noche del domingo una llamada de un comunicante anónimo en la que se avisaba de que un grupo de ovejas estaba junto a la carretera de Valencia (N-III) y, al permanecer sin dueño, estaban a punto de irrumpir en la autovía. Los dos agentes de un coche patrulla recondujeron al ganado.

El ganado, de forma instintiva, se dirigió al corral donde pernocta, en el kilómetro 14 de la carretera de Valencia. Los policías no dieron mayor importancia al aparente abandono del rebaño y consideraron zanjado el incidente, tras informar al 091.

Sobre las once de la mañana del lunes pasado, unos transeúntes descubrieron el cuerpo sin vida de Atienza frente al número 1 de la calle de Francisco Álvarez. En un primer momento los policías que acudieron al lugar del suceso se dieron cuenta de que las lesiones que presentaba la víctima podían haber sido causadas de forma violenta. Al principio se pensó en un atropello y que el conductor del vehículo había huido sin prestar auxilio a la víctima. Sin embargo, un análisis más pormenorizado del cadáver permitió descubrir que las lesiones habían sido provocadas: había recibido un fuerte golpe en la cabeza, a la altura de la nuca.

El cadáver fue trasladado al Instituto Anatómico Forense, donde le fue practicada la autopsia el pasado martes. El examen forense determinó, tras un estudio radiológico, que Atienza había sufrido un fuerte traumatismo craneoencefálico que le produjo la muerte prácticamente en el acto. La víctima tenía además rotos los huesos de la nariz y un ojo amoratado. Además, todo el cuerpo estaba magullado. Los familiares de la víctima reclamaron el mismo martes el cadáver, que fue enterrado el miércoles en el Cementerio Sur.

Toda la vida en el campo

Según comentaron algunos conocidos y familiares de la víctima, Atienza siempre se había caracterizado por su carácter introvertido y por tener poca relación con el resto de la familia. Toda la vida se había dedicado al pastoreo, ya que era un gran amante de los animales y de la vida en naturaleza. 'Él tenía tres o cuatro ovejas y se dedicaba a cuidar los de otra persona. No cobraba nada, porque lo hacía por placer. Todos los días salía con el ganado', señaló una familiar cercano. Vivía solo desde que murió su madre, hace ya bastantes años.

La ruta que elegía siempre era la misma. Iba desde el corral, situado cerca del kilómetro 14 de la carretera de Valencia, hasta la Cañada Real Galiana. Para hacer ese recorrido tenía que pasar por la calle en la que fue encontrado muerto.

La familia es originaria de Valdecolmenas, un pequeño municipio situado a 25 kilómetros al este de Cuenca, pero hace ya bastantes años que abandonó su tierra y emigró a la capital madrileña. 'Gracias a su cuñado, cobraba una pensión y estaba atendido por los médicos. Él era el encargado de llevarlo a que lo miraran y le arregló todos los papeles para que pudiera cobrar un dinero. Era muy suyo', añadió otro familiar.

La policía investiga ahora el móvil del crimen, ya que la zona donde ocurrió el homicidio, junto al vertedero de Valdemingómez, es muy frecuentada. En las proximidades hay varios poblados chabolistas. Los investigadores no descartan que el móvil del homicidio fuese un posible robo de las ovejas o que alguna persona que conociera a Atienza intentara apropiarse de los pocos efectos de valor que llevara consigo cuando fue golpeado hasta morir.

La muerte de Atienza eleva a 47 los homicidios registrados en la región desde principios de año. En el mismo periodo del año pasado se habían producido 63 asesinatos.

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Sobre la firma

F. Javier Barroso
Es redactor de la sección de Madrid de EL PAÍS, a la que llegó en 1994. También ha colaborado en la SER y en Onda Madrid. Ha sido tertuliano en TVE, Telemadrid y Cuatro, entre otros medios. Licenciado en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid, está especializado en Sucesos y Tribunales. Además, es abogado y criminólogo.

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