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Reportaje:Campeonato del Mundo | BALONCESTO

Piculín, eterno y ambicioso

A sus 38 años, el ex 'pívot' del Real Madrid y el Barcelona aún juega a gran nivel con la selección de Puerto Rico, equipo en el que es la gran referencia en los minutos decisivos

Robert Álvarez

Con paso cansino, negras rodilleras ortopédicas que alivian del esfuerzo sus castigadas piernas y su negrísima cabellera engominada, José Piculín Ortíz tiene que detenerse a cada poco mientras recorre los inacabables pasillos del RCA Dome. No es que ande renqueante, ni que le pesen los años. Todo lo contrario. Sucede que no hay casi nadie entre las bambalinas del Mundial que no le conozca. Su cordialidad en el trato hace agradable la charla que se desarrolla indistintamente en los tres idiomas que domina. '¡Qué bien te veo!', le dice uno de sus antiguos entrenadores. Y es que no hay quien no se sorprenda de lo magníficamente que se conserva este veterano trotamundos del baloncesto. El próximo mes cumple 39 años pero continúa en la brecha y es la referencia en la selección de Puerto Rico, con la que disputa su cuarto Mundial. 'Creo que aún tengo algo que decir', explica. 'Todavía juego muchos minutos y me la juego en los minutos finales'.

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Piculín todavía es para muchos el mejor pívot de Suramérica. Y eso que ha llovido desde que, tras pasar por la Universidad de Oregón, fue elegido en el puesto número 15 del draft de 1987 por Utah Jazz con el que jugó durante una temporada y media en la NBA. Antes estuvo una temporada en la Liga ACB con el CAI Zaragoza y tras su paso por Utah regresó a España donde jugó para casi media docena de equipos: el Real Madrid, el Barcelona, el Andorra, el Unicaja de Málaga. Después hizo valer su calidad para desenvolverse bajo los aros, sus 2,10 metros de altura y sus 118 kilos en varios clubes de Grecia -con el Aris ganó la Copa Korac-, hasta que en octubre de 1998, cuando estaba en el Paok, dio positivo por estanozol aunque meses después ganó su caso en los tribunales. Desde entonces ha jugado en Surámerica, la última temporada en el Cangrejeros de Santurce de Puerto Rico.

'Su edad cronológica no se corresponde con su edad atlética', asegura el seleccionador de Puerto Rico, Julio Toro. 'A sus 38 años, Piculín está mejor físicamente que otros jóvenes del equipo nacional. Él puede jugar para mí hasta que cumpla los 55. Es todavía, con diferencia, el mejor jugador de Puerto Rico. A sus cualidades físicas añade dedicación, talento y un espíritu de equipo que nos beneficia mucho porque es un jugador muy inteligente y domina el aspecto mental del juego a la perfección. De hecho siempre me está dando sugerencias durante los partidos y casi siempre tiene razón. Puede llegar a ser un excelente entrenador'.

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Sobre la firma

Robert Álvarez
Licenciado en Periodismo por la Autónoma de Barcelona, se incorporó a EL PAÍS en 1988. Anteriormente trabajó en La Hoja del Lunes, El Noticiero Universal y el diari Avui.

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